En política no hay milagros ni subjetividades, existe el análisis desde el pragmatismo. Por ello la Comisión Permanente de Participación Ciudadana del Concejo Municipal junto a la fundación Justicia y Democracia, invitaron a Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanalisis, a compartir en Maracaibo su visión del entorno político del país y los retos que tienen los sectores que en él se confrontan.
León aseguró que la crisis venezolana no necesita explicarse porque todos la están viviendo. Sus causas y consecuencias han quedado en la historia y sirven de base para analizar y prever posibles escenarios. Destacó que partiendo de esa realidad tanto Gobierno como oposición tienen retos que asumir y de ello dependerá el avance de cualquiera de los dos grupos.
“La aceptación de Maduro cayó casi 16 puntos para llegar a un 35 por ciento de popularidad. El Presidente no logra capitalizar su conexión con Chávez básicamente por la crisis, sin embargo es increíble que en medio de ella mantenga estos niveles, lo que se puede explicar con el hecho de que los países petroleros son mucho más duros para explotar. Sin embargo se puede destacar que el 80 por ciento de la población cree que el Gobierno no está actuando bien y el 83 por ciento cree que la situación económica del país es mala o muy mala. La crisis está afectando al Gobierno y salir de ella siempre tiene costos altos”.
Señaló que el reto del Gobierno es rescatar la conexión popular. “Maduro mantiene un 35 por ciento de popularidad, que si bien es en promedio el respaldo que presentan los presidentes en ejercicio a nivel mundial, no garantiza la victoria en una contienda electoral. Con todo y esto es absolutamente incorrecto creer que Maduro está a punto de salir del poder puesto que esa cifra es suficientemente alta para gobernar. Su posición de aceptación, aunque baja, lo mantiene en el poder; pero significa un drama electoral que a su vez aumenta las probabilidades de éxito de la oposición”.
Aseguró que por el lado opositor, el reto es ir articulada y estratégicamente unida a la contienda electoral, tal como lo ha hecho en las últimas oportunidades. “La oposición está en un momento creativo. La baja popularidad de Maduro le ha abierto espacios de oro para los eventos electorales. Un evento de radicalización política como un posible intento de sacar al Presidente a la fuerza o un enfrentamiento armado con el Gobierno que controla las instituciones y monopoliza los militares y las armas ilegales; es una absoluta garantía de fracaso. En este momento no hay factibilidad para la radicalización, pero sí hay mucha para organización electoral. La oposición no es nadie para desestabilizar un país, pero es un temible contendor electoral. Le corresponde entonces mostrar su fuerza en medio de una crisis económica y política relevante para Maduro. En este escenario si quieres ganar tienes que ser mucho más grande que tu adversario. La vía electoral con una mayoría contundente puede convertirse en un problema para el Gobierno”.
Destacó que los venezolanos siguen queriendo unidad. “Unidad no significa pensar igual, es una oportunidad de unificar criterios y tomar decisiones. La democracia es para dirimir disensos. La mesa de la unidad es un espacio para pensar diferente, un espacio donde se pueden expresar esas opiniones de cara a los comicios electorales, sin embargo no se puede obligar a la gente a esperar el tiempo de elecciones. La democracia te pide que esperes una elección para cambiar el gobierno, pero no te pide que esperes para exigir cambios en el gobierno. Allí tiene su función la protesta. Una parte de la oposición cometió errores muy relevantes que son contraintuitivos a la situación política del país. La oposición puede corregir esos errores y enfocarse en sus reales oportunidades, pero si lo ignora y continúa en esa idea está garantizado el mismo resultado infructuoso”.
Fuente [Prensa Primero Justicia Zulia]