El 16J definitivamente fue una jornada histórica por varias razones. La gran conclusión es que la mayoría de los venezolanos no sólo desea un cambio, sino que anhela ese cambio que le devuelva la esperanza, el optimismo, la confianza y sobre todo calidad de vida.
Esta jornada histórica marcará un antes y un después en esta agotadora, pero hermosa lucha que hemos librado contra un grupo que ha pretendido apoderarse del poder y secuestrar a Venezuela. No ha sido fácil porque el régimen usa y abusa del poder que una vez les dieron los ciudadanos mediante el voto.
Pero ahora esos mismos ciudadanos quieren un cambio urgente antes que el país se termine de deteriorar por completo. El Gobierno trató de evitar a toda costa que ese pueblo se expresara, pero lo hizo y ha sido de tal magnitud el impacto que les será muy difícil reponerse de la magistral jugada de la sociedad civil en alianza con la MUD.
Más de siete millones de venezolanos salieron a las calles a participar en esta fiesta democrática. Ese es un resultado extraordinario tomando en cuenta que solo se tuvo 15 días para la organización, pero además no contamos con el apoyo informativo de los grandes medios como resultado de las presiones gubernamentales y sobre todo ante la estrategia de amenazar e intimidar a centenares de miles de venezolanos.
Para que ustedes vean la magnitud de lo alcanzado, en las primarias presidenciales de 2012 participaron un poco menos de tres millones de venezolanos, a pesar que fue un proceso que conllevó una intensa campaña interna entre varios precandidatos. Hoy sin campaña, sin medios; pero con una sociedad civil ganada a la causa superamos los siete millones de participantes.
Esa es una señal que el Gobierno debe saber leer. Lo sano es que faciliten el cambio. Lo ideal es que cedan ante un país que quiere y necesita una transición. Una transición hacia el progreso y la verdadera paz. Una transición que corrija el daño de más de 19 años de desaciertos y corrupción.
Pero también la MUD y la sociedad civil deben leer bien el momento y las circunstancias. Es la hora de la Unidad total. Es la hora de la política. Es la hora de apartar los intereses y terminar de concretar el cambio. No es la hora del dibujo libre y de las agendas paralelas. Estamos ganando la batalla, terminemos de ganar la guerra.
Pablo Pérez
@PabloPerezOf