Esas galleticas que nos dan a veces en los restaurantes chinos que hacen llamar “galletas de la suerte” o “galletas de la fortuna”, en inglés “Fortune Cookies” con sus paredes delgadas y crujientes que han sido horneadas con tanto amor por los chinos. Mentira… en la mayoría de los casos la sacan de una gigante bolsa de plástico.
El fin de esta galletica es que lleva en su interior una pequeña tira de papel con palabras de sabiduría o profecías. Algunas galletas también de forma chistosa revelan futuros resultados de lotería o diferentes bromas relacionadas con el futuro.
A continuación veremos unas con mensajes un poco increíbles…
Vuelve más tarde… Estoy durmiendo. (Sí, las galletas necesitan dormir, también).
La cortesía es contagiosa. “Así es la sífilis”.
Números de la suerte 4, 27, 13, 28, 5, 37
Ayuda! Estoy preso en una panadería china.
Números de la suerte 6, 13, 19, 33, 34, 43
Un alíen de algún tipo se te aparecerá próximamente!
Puedo confiar en ti para guardar un secreto.
No se ha encontrado fortuna: abortar, volverlo a intentar, Ignorar?
Números de la suerte: 10, 22, 38, 49, 5, 47
Aprende Chino – La primera palabra es “Disease (enfermedad)” y se dice (bing).
Números de la suerte 20, 29, 49, 14, 8, 55
Ya era hora que saliera de la galleta.
Ignora la galleta anterior.
Números de la suerte 33, 40, 7, 25, 4, 28
Oops… Error en galleta.
Nota: Para los que piensan que estas galletas fueron inventadas en China, en realidad no fueron inventadas en China y sólo recientemente han sido introducidas a ese país, en general para complacer los caprichos y gustos de los turistas en las grandes ciudades como Hong Kong y Pekín.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, no es originaria de China. Son las ciudades de San Francisco y Los Ángeles las que han sido consideradas como las que primero emplearon las galletas de la suerte (fortune cookie). Se dice que el diseñador nipón Makoto Hagiwara del Jardín Japonés del Té del Golden Gate, en San Francisco, fue el primer inventor de la galleta en el año 1909, mientras que a David Jung, fundador de la compañía de fideo chino denominada Hong Kong Noodle Company en Los Ángeles, se le atribuye el invento en el año 1918.