No siempre somos conscientes de la importancia de dormir, de descansar bien. La falta de sueño o un sueño de mala calidad no sólo se traduce en que estemos mucho más cansados durante el día sino que hay consecuencias más graves relacionadas con la salud.
Según los datos de un estudio de la Universidad de Islandia, en Reykjavik, los hombres que padecen problemas de sueño, como dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, tienen hasta un riesgo dos veces mayor de cáncer de próstata. Estudios previos han generado resultados contradictorios sobre una asociación entre las alteraciones del sueño en los turnos de trabajo de noche y el riesgo de cáncer de próstata.
Los problemas del sueño son muy comunes en la sociedad moderna y pueden tener consecuencias adversas para la salud. Lara G. Sigurdardóttir, directora de la investigación, recuerda que «las mujeres con trastornos del sueño consistentes han resultado tener mayor riesgo de cáncer de mama, pero se sabe menos sobre el papel potencial de los problemas del sueño en el cáncer de próstata».
Un seguimiento de cinco años
Sigurdardóttir y sus colegas siguieron a 2.102 hombres de entre 67 y 96 años de edad. Al momento de inscribirse en el estudio, los participantes respondieron a cuatro preguntas sobre la interrupción del sueño: si tomaban medicamentos para dormir, tenían problemas para conciliar el sueño, se despertaban durante la noche con dificultad para volver a dormir o se despertaban temprano en la mañana con dificultad para volver a dormir.
Entre los participantes, el 8,7 y 5,7% reportaron problemas graves y muy graves del sueño, respectivamente, pero ninguno de ellos tenía cáncer de próstata al comienzo del estudio. Los investigadores siguieron a los participantes durante cinco años y, durante este periodo, un 6,4% fue diagnosticado con cáncer de próstata.
Después de que los científicos ajustaron los datos por edad, encontraron que en comparación con los hombres que dijeron no tener problemas para dormir, el riesgo de cáncer de próstata aumenta en proporción con la gravedad de los problemas para dormirse y mantener el sueño, de 1,6 veces a 2,1 veces. Además, la asociación fue más fuerte para el cáncer de próstata avanzado que para el cáncer de próstata en general, con más de un triple de aumento en el riesgo de cáncer de próstata avanzado asociado con problemas de sueño muy graves.
Para descartar la posibilidad de que los problemas para dormir son la causa del cáncer de próstata diagnosticado o agrandamiento de la próstata, los investigadores volvieron a analizar los datos después de excluir a los hombres con síntomas de trastornos del sueño que pueden ser indicativos de nocturia (despertarse durante la noche para orinar) y los resultados se mantuvieron sin cambios.
Según Sigurdardóttir, estos datos deben ser confirmados con una cohorte más amplia con tiempos de observación más largos. «El cáncer de próstata es una de las principales preocupaciones de salud pública para los hombres y los problemas del sueño son muy comunes. Si nuestros resultados se confirman con más estudios, el sueño puede convertirse en un objetivo potencial en la intervención para reducir el riesgo de cáncer de próstata».
Europa Press