El descubridor del planeta más parecido a la Tierra, la enemiga de las patentes de genes o el biólogo que clonó embriones humanos, entre las figuras elegidas por la revista Nature por su impacto en la investigación científica.
Feng Zhang, un joven científico de solo 32 años del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge (EE.UU.), es responsable, junto a otra serie de investigadores, de uno de los descubrimientos más importantes en el campo de la biomedicina de 2013.
El equipo de Zhang desarrolló un sistema denominado CRISPR para editar genomas de forma más barata, fácil y precisa, y lo hizo imitando un mecanismo que utilizan las bacterias para protegerse a sí mismas de los virus y fortalecerse. En enero, el grupo comprobó que el sistema funciona en células eucariotas, lo que confirmó su potencial para modificar los genomas de ratones, ratas y primates e incluso para ayudar a la investigación de enfermedades humanas.
CRISPR son secuencias de ADN que muchas bacterias y arqueas utilizan para defenderse a sí mismas, una especie de sistema inmune que, al mismo tiempo, les permite evadir el de los mamíferos e infectarlos.
Zheng cree que el uso de esta técnica puede tener muchas posibilidades médicas, pero está especialmente interesado en el desarrollo de tratamientos de males neuropsiquiátricos como la enfermedad de Huntington y la esquizofrenia.
Tania Simoncelli, la mujer que derrotó a la patente de genes
Tania Simoncelli, la primera consejera científica de la Unión Americana de Libertades Civiles, es la mujer que está detrás de la lucha contra la patente de genes. Ella consiguió reunir a médicos, científicos y pacientes para apoyar el pleito judicial contra esta práctica. Y ganó. El pasado junio, la Corte Suprema de EE.UU. rechazó que se puedan patentar genes humanos. En su fallo, los nueve magistrados, por votación unánime, llegaron a un acuerdo para prohibir que el material genético extraído del cuerpo humano, lo que se conoce como ADN aislado, pueda ser propiedad de ningún laboratorio o equipo científico. La resolución fue tomada sobre un caso de patentes de la compañía Myriad Genetics, titular de los genes BRCA1 y 2, que aparecen alterados en mujeres con un historial familiar de cáncer de mama y ovarios, y la compañía que realizó las pruebas a la actriz Angelina Jolie.
Deborah Persaud: Demostró la cura de un bebé con VIH
En marzo, la viróloga Deborah Persaud, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland (EE.UU.), estaba dispuesta a compartir una gran noticia. Su equipo había conseguido curar a un bebé nacido con el VIH en Mississippi. La niña parecía estar libre de virus cerca de un año después de haber suspendido el tratamiento. El asunto era delicado, ya que más de 40 casos similares habían sido publicados en la literatura científica y cada uno de ellos se había desmoronado poco después por falsos positivos o confusiones.
Pero Persaud y sus colaboradoras, Hannah Gay en la Universidad de Mississippi en Jackson y Katherine Luzuriaga, de la Universidad de Massachusetts en Worcester, habían hecho las pruebas genéticas del bebé de Mississippi ellas mismas y estaban seguras de sus resultados. Lo que no esperaban fue la gigantesca atención mediática que recibieron. Los medios de todo el mundo se hicieron eco de la noticia y la revista Time las escogió como tres de las cien personas más influyentes del mundo.
El papel de Persaud en el caso comenzó con una llamada en septiembre de 2012 de Gay, una pediatra que estaba tratando a un bebé con VIH que se infectó en el vientre de madre. En lugar de seguir la costumbre médica de administrar dos medicamentos como medida profiláctica, Gay empleó tres antirretrovirales (zidovudina, lamivudina y nevirapina), lo que provocó que los niveles de virus disminuyeran rápidamente. Cuando la niña tenía un mes, los niveles de virus ya eran indetectables. Un tiempo después, daban negativo. Persuad y Luzuriaga proporcionaron las pruebas de que, en efecto, la niña estaba sana.
Michel Mayor: Descubrió el planeta más parecido a la Tierra
El veterano astrónomo Michel Mayor, de 71 años, ha encontrado cientos de exoplanetas (planetas que se encuentran fuera del Sistema Solar) durante las últimas dos décadas desde que él mismo, en compañía del entonces estudiante Didier Queloz, descubrió el primero en 1995. El pasado noviembre, el científico y su equipo determinaron cuál era el mundo más parecido a la Tierra de todos los encontrados, al menos en algunos parámetros. Se trata de Kepler-78b, rocoso como el nuestro, con un tamaño y una masa casi idénticos, situado a unos 700 años luz, en la constelación del Cisne. Parece muy prometedor, pero Kepler-78b orbita su estrella excesivamente cerca, tanto que su año solo dura 8,5 horas. El calor en su superficie es insoportable y no puede albergar vida. La búsqueda de un «gemelo de la Tierra» continúa.
Naderev Saño, en huelga de hambre por el cambio climático
Naderev Saño, jefe de la delegación de Filipinas en la última Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU celebrada en Polonia, llevó a cabo una huelga de hambre para exigir medidas concretas contra el calentamiento global, al que responsabilizó del destructivo tifón «Yolanda», causante de miles de muertes en su país. «Podemos tomar acciones drásticas para evitar un futuro en el que los supertifones se conviertan en una forma de vida», reclamó en un discurso salpicado por sus lágrimas y pronunciado con voz entrecortada y tono emocionado. No era para menos, mientras Saño hablaba, no conocía el destino de algunos de sus parientes. Solo sabía que su hermano estaba vivo y que se había unido a los trabajadores de emergencias para recoger cadáveres.
Saño siguió su ayuno durante 14 días, hasta que los delegados llegaron a un acuerdo de último minuto para mantener las negociaciones en marcha hasta la próxima cumbre del clima en París en 2015. Echando la vista atrás, este representante filipino no sabe hasta qué punto su acción ha tenido impacto, pero cree que el tifón puede haber ayudado a que el mundo se preocupe más por las cuestiones medioambientales.
El ritmo del progreso internacional sobre el calentamiento global ha sido glacial. A pesar de más de dos décadas de negociaciones, los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera han seguido en aumento. El Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha advertido de las amenazas crecientes de los problemas relacionados con el clima, como el aumento del nivel del mar, las condiciones meteorológicas extremas y las sequías.
Viktor Grokhovsky: Encontró el meteorito de Chelyabinsk
El pasado 15 de febrero, un poderoso meteoro se precipitó sobre la atmósfera desde una región del cielo inaccesible para los telescopios terrestres, por lo que tomó a los astrónomos por sorpresa. Viktor Grokhovsky, investigador de la Universidad Federal de los Urales en Ekaterimburgo, Rusia, que ha estudiado los meteoritos durante más de 30 años, estaba demasiado lejos para ver cómo el objeto se convertía en un estallido de luz, pero cuando conoció que una poderosa explosión había destrozado miles de las ventanas y herido a la gente en la ciudad de Chelyabinsk, se dio cuenta de que algo sustancial había golpeado el planeta.
En los días posteriores al impacto, Grokhovsky trabajó febrilmente para calcular la trayectoria del meteoro y predecir dónde podían haber aterrizado los fragmentos. Supervisó las búsquedas y fueron desenterradas más de 700 piezas del meteoro, con un peso total de 5,5 kilogramos. «Fue una gran satisfacción cuando resultó que nuestros cálculos iniciales habían sido correctos», admite a Nature. Pero su mayor captura llegó más tarde. Los cálculos de la trayectoria del meteoro y un gran agujero en el hielo de un lago al oeste de Chelyabinsk había convencido Grokhovsky de que el mayor trozo había aterrizado allí. Cuando los buzos finalmente buscaron en el fondo fangoso del lago en octubre, recuperaron una roca de 570 kilogramos. Miles de fragmentos del meteorito se analizan en laboratorios de todo el mundo y ya han comenzado a revelar sus secretos.
«Es difícil sobrestimar la importancia del meteoro de Chelyabinsk -dice Grokhovsky-. Debido a su tamaño y al daño que causó, los científicos han aumentado las probabilidades de que meteoros similares -o más grandes- golpeen nuestro planeta».
Shoukhart Mitalipov: Clonó embriones humanos
El biólogo reproductivo Shoukhrat Mitalipov y sus colegas de la Oregon Health & Science University han obtenido células madre a partir de embriones humanos clonados con fines terapéuticos. El hallazgo, basado en un método similar al que se usó para crear la famosa oveja «Dolly», podría ser utilizado en el futuro para reparar los daños causados por enfermedades como el Parkinson y la esclerosis múltiple.
Desde 2007, los científicos han tenido éxito con el procedimiento con monos y otros mamíferos, pero nunca lo habían conseguido con humanos. Las células madre embrionarias creadas por Mitalipov pueden diferenciarse en muchos tipos de células humanas, incluyendo las células nerviosas, las células del hígado y las del corazón.
Hualan Chen: Puso freno al virus H7N9
En las primeras semanas de abril, virólogos y responsables de salud pública de todo el mundo pusieron sus ojos en China después que el virus de gripe aviar H7N9 saltara a los seres humanos a partir de aves de corral infectadas, provocando severas enfermedades y muertes en Shanghai y en las provincias vecinas. Hualan Chen, jefa del Laboratorio de Referencia de la Gripe Aviar en Harbin, puso a su equipo a trabajar. Según narra la revista Nature en su resumen del año, los científicos dejaron de lado otras investigaciones para centrarse en el H7N9 y encontrar su vía de transmisión a los humanos de los pájaros u otros animales. Estaban tan ocupados, dice Chen, que «varios perdieron de cuatro a cinco kilos durante las primeras seis semanas».
Menos de 48 horas después de que el primer caso fuera confirmado, el grupo de Chen, junto con investigadores del Centro de Control de Enfermedades Animales de Shanghai, recogió cerca de 1.000 muestras del suelo, agua, granjas avícolas y mercados de animales vivos en Shanghai y la vecina provincia de Anhui. 20 dieron positivo en los mercados de Shanghai. Rápidamente, las autoridades los bloquearon y la tasa de nuevas infecciones se desplomó de inmediato. La rápida y transparente respuesta de los investigadores chinos fue aplaudida en todo el mundo.
Kathryn Clancy, la antropóloga contra el acoso sexual
Kathryn Clancy, antropóloga de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE.UU.), descubrió una desagradable realidad cuando una amiga, colega de profesión, le confesó que había sufrido una agresión sexual cuando realizaba un trabajo de campo. Sorprendida, Clancy preguntó a otras antropólogas y le contaron historias parecidas que hizo públicas en su blog en la revista Scientific American. Pero decidió que las cosas no podían quedarse ahí. Con ayuda de otras profesionales, realizó una encuesta en internet entre sus colegas. El 59% de 124 participantes se quejaban de haber sido objeto de comentarios sexuales inapropiados y el 18% decían haber sido acosadas o agredidas físicamente.
Clancy dice que los abusos eran continuos. Las víctimas solían ser estudiantes graduadas y los autores, hombres de mayor rango, investigadores o profesores universitarios, casi nunca personal externo contratado. La encuesta se extendió a 666 mujeres que trabajan en distintas disciplinas que incluyen trabajos de campo, desde arqueólogas a geólogas o zoólogas, y los resultados fueron muy similares. Además, muchas víctimas preferían no denunciar los hechos por temor a tener problemas en su trabajo.
La reacción a la investigación de Clancy vino de inmediato. La Asociación Antropológica Americana anunció una política de tolerancia cero al acoso sexual. Otras asociaciones profesionales siguieron el ejemplo.
Henry Snaith: Creó células solares más baratas
Henry Snaith, físico de la Universidad de Oxford (Reino Unido), siempre había querido ser inventor. Lo ha conseguido a los 35 años, con la creación de una nueva generación de células solares hechas de perovskita, un material que absorbe muy bien la luz y bien conocido, pero que nunca había sido empleado de este modo. Su ventaja es que es considerablemente más barato y fácil de producir que el silicio. El ingenio podría conducir a la construcción de paneles solares que cuesten alrededor de 10 céntimos de euro por vatio, mucho menos que los tradicionales. Estas nuevas células aún no son tan eficientes como las que actualmente se comercializan, pero Snaith asegura que mejoran a gran velocidad y varias compañías están interesadas en su desarrollo.
[Fuente: http://informe21.com]