Los «churrelados» otro éxito de la cocina fusión revoluciona Los Ángeles

La comida con acento español se está reinventando en las calles de Los Ángeles gracias a un buen número de chefs modernos y osados que están convirtiendo los llamados «pop up» culinarios (restaurantes efímeros) en todo un negocio. Cuando en esta ciudad aún estamos descubriendo el «chocochicken» (pollo frito con sabor a chocolate), receta creada por el gurú Adam Fleischman, ahora aterriza el«churrelado» como postre del verano. Gracias al mencionado «chocochicken», a Fleischman ya se le conoce en Estados Unidos como«el Cristóbal Colón de la comida angelina»: ha conseguido levantar una franquicia desde una esquina del Staples Center y que se extiende por toda la ciudad.

El «churrelado» en cuestión es la versión guerrilla de esta moda de unir platillos latinos con norteamericanos. Los expertos apuntan que esta fusión callejera será la norma en la ciudad californiana en un futuro no muy lejano. El nuevo postre, que se comercializa a través de la empresa Churro Bourough, une los sabores más dulces de uno y otro lado de la frontera. Desde tierras mexicanas (y con evidente acento español), llega el churro; y desde EE.UU., se suma el típico helado en una deliciosa combinación que arrasa allá donde se para el camión de comida de la compañía. Con cuatro sabores base -vainilla, horchata, chocolate mexicano caliente y leche española-, también hay sabores de temporada: naranja, panna cotta, manzana caramelizada, fresa con mantequilla y tarta de melocotón. Así, Los Ángeles dice adiós al «cronut» (mezcla de croissant y donut) para dar la bienvenida a este calórico bocado.

Los híbridos están de moda y los chef hacen lo imposible por descubrirlos, ya que saben que el público parece darles la bienvenida con los brazos abiertos. Tras la cocina del «churrelado» se encuentra Sylvia Yoo. Ella es quien ha ideado esta especie de sándwich con masa entre buñuelo y churro, relleno con helado. Los distribuye por diferentes calles de la ciudad californiana en camiones. Su peculiar propuesta, a fuerza de imaginación y horas de trabajo, ya es reclamo de los más golosos que no dudan en hacer colas interminables para cobrarse una pieza.

«Trabajar con pasta y helado me fascina porque es lo que a mí me gusta comer», explica Yoo desde su camión. Esta mujer llegó a Los Ángeles hace cuatro años, como tantos otros, con la pasión de la juventud y la maleta llena de sueños. Ahora, mientras asume su éxito, su mayor reto será dejarse ver entre sus muchos admiradores que deben buscarla en su nueva página web (www.churroborough.com) para descubrir su próximo destino. Esta semana desembarca en el Festival de Comida de Los Ángeles y en agosto, en el Tasting Table’s Lobster Rumble West.

Fuente [Abc.es]