No será una capa de invisibilidad como la que usaba Harry Potter, pero hace lo mismo. Se trata de un dispositivo con forma de diamante creado por científicos de la Universidad de Duke en Estados Unidos, quienes encontraron un efectivo método para reflejar a voluntad la luz que pasa a través de un cuerpo, haciendo que ésta llegue al otro lado viajando a través del aparato, sin tomar en cuenta al pequeño cilindro de siete centímetros que se oculta en el centro, dejándolo invisible.
Sería la primera vez en la historia que se logra este efecto de manera casi perfecta, ya que en intentos anteriores, siempre se veía cierta distorsión de luz que se apreciaba en forma de bordes transparentes marcados o reflejo de los objetos que están al frente, como si estuviéramos mirando un vidrio muy limpio que pese a ser transparente, igual refleja luz y por ende, al espectador.
Con la ayuda de “meta-materiales”, como los llaman los científicos, consiguieron propiedades que no se encontraron en elementos de la naturaleza, en un trabajo que viene perfeccionándose desde el año 2006 hasta ahora. Sin embargo, y como ya dijimos, el dispositivo es casi perfecto, fallando en que si lo miramos desde un ángulo que no sea de frente, no es invisible.
Pese a esto, y a ser entonces una capa de invisibilidad de dos dimensiones (2D), pues se puede ver sólo de frente y moverse de arriba hacia abajo, la gente de la Universidad de Duke ya está trabajando para hacer que la tecnología soporte tres dimensiones, algo muchísimo más complicado pero que sí se llevaría la etiqueta de capa de invisibilidad perfecta.