ALTO
¿CUMBRE BORRASCOSA?:
Si no surge otro imprevisto mañana deben estar sentados frente a frente, en la sede de la cancillería venezolana, un grupo de ministros de Colombia y de Venezuela para por fin tener la tan anunciada reunión bilateral y en la que debutará como canciller el otrora jefe de Pdvsa Rafael Ramírez.
Ya los diplomáticos de varios países convocados por Ramírez dicen haber observado cambios de 180° en la conducción de las relaciones que comenzaron por elevar el nivel de la cancillería, el trato de altura y las atenciones propias del ministerio que había sido convertido en un rancho comunal donde los hacían esperar hasta seis horas para atenderlos y les daban café y jugos en vasito plástico y sándwiches envueltos en servilletas.
El temario lleva a discutir temas álgidos que han ocasionado no solo ruido sino tensiones bilaterales. La permanente acusación del gobierno de Maduro de achacar como causa de los males que sufre el país a Colombia y sus connacionales tiene harto molesto al presidente Juan Manuel Santos y sus colaboradores tanto civiles como militares. La gota que rebosó el vaso de agua fue la de señalar como los asesinos del diputado Robert Serra a paramilitares colombianos cuando apenas se iniciaban las investigaciones y se rompía así el secreto que las pesquisas requieren para poder avanzar.
Desde el alto gobierno, en boca del presidente de la Asamblea, se reaccionó en forma airada cuando el embajador colombiano aseveró que el presunto asesino apodado “El Colombia” era venezolano por nacimiento aunque de padres colombianos y que era sabido que al diputado lo habían matado sus escoltas. Esa reacción venezolana produjo un imprevisto llamado de atención al embajador por parte de la canciller María Ángela Holguín lo que ha causado mucho malestar en los círculos políticos y gubernamentales del vecino país que consideraron humillante lo dicho por ella pues “ya era demasiado aguante por parte de Colombia para desmentir las acusaciones sin fundamento del gobierno venezolano en una dura campaña xenófoba”.
MEDIO
ILUSIONES:
Si supieran lo que el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika -nuestro amigo cuando ambos trabajamos en la ONU en los 70- dijo a Ramírez al éste proponerle reducir producción o reunir a la OPEP para elevar el precio del barril. “Los tiempos de Venezuela & OPEP son otros” fue una frase. Los árabes ven como enemiga a Rusia, que no es OPEP. Lo de Irán fue un saludo a la bandera. Les contaré…
Por Nelson Bocaranda Sardi
Publicado en LaPatilla