La periodista Janell Burly, que actualmente es colaboradora del periódico Huffington Post publicó una nota en la que platica que le regalo a su hijo de 13 años un iPhone con la condición de que el joven acepte las condiciones de uso.
Para la aceptación del contrato Hofmann le pidió a su hijo leerlo cuidadosamente ya que está hecho para cumplir con el deber que ella tiene como madre; que es criarlo para que se convierta en un hombre que pueda funcionar en el mundo y coexistir con la tecnología, no ser gobernado por ella.
Con este interesante acuerdo la periodista busca que su hijo pueda aprender a ser responsable de sus actos y sobretodo aprender a convivir con un dispositivo como este, que no solamente representa la apertura a un mundo nuevo sino también la puerta a una de las principales adicciones de nuestros días.
A continuación te comparto los 18 puntos de los que se compone este interesante “contrato”:
Este es mi iPhone. Yo lo compré. Yo lo pago. Yo te lo estoy prestando. ¿No soy la mejor?
Yo siempre conoceré la contraseña.
Si suena, contéstalo. Es un teléfono. Di hola, utiliza tus modales. Nunca ignores una llamada si la pantalla dice ‘Mamá’ o ‘Papá’. Nunca jamás.
Entrégale el teléfono a uno de tus padres puntualmente a las 7:30 p.m. cada noche de escuela y cada noche de fin de semana a las 9:00 p.m. Será apagado durante la noche y prendido a las 7:30 a.m. Si no se hace una llamada a alguien a través de una línea terrestre, donde los padres contestan, entonces no hables ni envíes textos. Escucha esos instintos y respeta a otras familias como nosotros querríamos ser respetados.
No va a la escuela contigo. Mantén conversaciones con las personas a las que envías textos, en persona. Esa es una habilidad en la vida. *Medios días, viajes de campo y actividades extraescolares requieren consideración especial.
Si se cae al escusado, golpea en el suelo, o se desvanece en el aire, tú serás responsable del costo de reemplazo o reparación. Corta algún césped, trabaja como niñero, ahorra algún dinero de tus cumpleaños. Ocurrirá, debes estar preparado.
No uses esta tecnología para mentir, embaucar o engañar a otro ser humano. No te involucres en conversaciones que sean hirientes para otros. Sé un buen amigo primero o quédate afuera del fuego cruzado.
No envíes textos o correos electrónicos, ni digas nada a través de este dispositivo que no dirías en persona.
No envíes textos, correos electrónicos, o digas nada a alguien, que no le dirías en voz alta frente a sus padres. Censúrate.
Sin pornografia. Busca en la red sólo información que tú compartirías abiertamente conmigo. Si tienes alguna pregunta sobre algo, pregúntale a una persona?de preferencia a mí o a tu padre.
Apágalo, siléncialo, guárdalo en público. Especialmente en un restaurante, en el cine, o mientras hablas con otro ser humano, Tú no eres una persona grosera, no dejes que el iPhone cambie eso.
No envíes o recibas fotografías de tus partes privadas o las partes privadas de alguien más. No te rías. Algún día estarás tentado a hacer esto, a pesar de tu inteligencia. Es riesgoso y podría arruinar tu vida adolescente, universitaria y adulta. Siempre es una mala idea. El ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es muy difícil hacer desaparecer algo de esta magnitud?incluida una mala reputación.
No tomes millones de fotos y videos. No hay necesidad de documentarlo todo. Vive tus experiencias. Estarán guardadas en tu memoria para la eternidad.
Deja tu teléfono en casa algunas veces y siéntete seguro con esa decisión. El teléfono no está vivo ni es una extensión de tu persona. Aprende a vivir sin él. Debes ser más grande y más poderoso que ?FOMO? (Fear Of Missing Out- en español- miedo a perderse algo).
Baja música que sea nueva o clásica o diferente a millones de compañeros que escuchan exactamente las mismas cosas. Tu generación tiene acceso a la música como nunca antes en la historia. Toma ventaja de ese regalo. Expande tus horizontes.
Juega algún juego con palabras o rompecabezas de vez en cuando.
Mantén tus ojos al frente. Observa mientras el mundo ocurre alrededor de ti. Ve a través de la ventana. Escucha a los pájaros. Camina. Habla con algún extraño. Imagina sin googlear.
Te vas a confundir. Yo te voy a quitar el celular. Nos sentaremos a hablar sobre eso. Y vamos a empezar todo otra vez. Tú y yo, estamos siempre aprendiendo. Yo estoy en tu equipo. Nosotros estamos en esto juntos.
En su carta, la periodista le advierte a su hijo que si no cumple con los términos del contrato le será retirado el iPhone. Aunque también agrega: Te amo locamente y espero compartir varios millones de mensajes de texto contigo en los días venideros.