Extraño caso salió publicado esta semana en el Jornal de Cirugía de Pies y Tobillos: un hombre con un diente incrustado en su pie.
Todo comenzó cuando un joven croata ingresó a la sala de emergencias del hospital de su ciudad con un fuerte dolor en el pie derecho. El muchacho de 29 años declaró que había pisado vidrios rotos mientras caminaba en la playa. Luego de curarle la herida que tenía entre los dedos del pie, los doctores le tomaron una radiografía para asegurarse que no hayan quedado restos alojados en el pie. Pero en lugar de encontrar vidrios, los doctores identificaron un objeto opaco. Y el muchacho tuvo que confesar.
El joven admitió que unas semanas antes había tenido una pelea con otro hombre, y en medio de la riña, una patada suya impactó en la mandíbula de su adversario, lo que le provocó una fractura en la mandíbula y el desprendimiento de un par de dientes. Uno de ellos, debido a la fuerza de la patada, quedó incrustado en su pie. La herida cerró y la pieza dental quedó dentro de su cuerpo. Inmediatamente los doctores ordenaron una intervención quirúrgica para retirárselo.