Ahorrar: Es uno de los propósitos más deseados pero más complicados de cumplir. Facturas, imprevistos, algún que otro caprichito, reducen las posibilidades casi de inmediato.
Ponerse en forma: Ir al gimnasio o salir a correr por las mañanas. Ese entusiasmo y disciplina suele ser difícil de mantener por mucho tiempo.
Conseguir empleo: Es otra clásica meta de fin de año. Tener fuerzas renovadas para seguir buscando y encontrar un empleo decente.
Viajar: Ir a ese lugar que tanto tiempo habías soñado, salir algún fin de semana con tu pareja, familia o amigos a divertirse. Todo depende del tiempo y el presupuesto que manejes en el año.
Dejar los vicios: Es tal vez el más fácil de cumplir. La bebida, los cigarrillos, el juego, y otros, probablemente nos acompañaron en el festejo para cerrar el año.
[Fuente: trome.pe]