Si crees que los gigantes de la NFL son los únicos atletas que corren riesgos en el campo, estás muy equivocado.
Hoy en día, los porristas son como acróbatas, especialmente las de escuelas preparatorias y universidades, ya que no solo bailan, sino que hacen piruetas, pirámides y lanzamientos, y se debate si la animación es o no un deporte. Algunas organizaciones de porristas dicen que la disciplina no cumple con los criterios para ser considerada un deporte. Sin embargo, la Academia de Pediatría de Estados Unidos (AAP, por sus siglas en inglés) estableció desde 2012 que los porristas deben ser considerados atletas, ya que, al igual que los futbolistas y otros deportistas, pueden sufrir lesiones serias
Cuando las porristas llegaron a las canchas en el siglo XIX, su objetivo era animar a sus barras y equipos con cantos, bailes y pompones. Pero eso ha cambiado. Ser porrista actualmente conlleva mayores exigencias, ya que estos jóvenes, hombres y mujeres, ejecutan acrobacias gimnásticas no solo impresionantes, sino también peligrosas.
“La animación se ha vuelto extremadamente competitiva en los últimos años y las habilidades que ha incorporado son más complejas que antes”, reveló la especialista en pediatría del deporte, Cynthia LaBella, miembro del Consejo de Medicina del Deporte de Estados Unidos y Aptitud Física de la AAP.
LaBella es una de las autoras del libro Lesiones en porristas: epidemiología y recomendaciones para su prevención, publicado por la APP, que busca prevenir estos riesgos.
Un entretenimiento de alto riesgo
La animación es una de las actividades deportivas, especialmente a nivel estudiantil, que presentan mayor riesgo de lesiones catastróficas que pueden ocasionar daño cerebral permanente, parálisis o muerte, según la AAP.
La mayoría de las lesiones de porristas son torceduras y esguinces en las extremidades inferiores, pero algunas pueden poner en riesgo la vida. Según la AAP, las contusiones cerebrales y otras lesiones internas en la cabeza son entre el 4 y el 6% de las lesiones de porristas. Las lesiones en la cabeza y el cuello conforman aproximadamente el 15% de las lesiones de porristas que se ven en las salas de emergencias en Estados Unidos.
Esto se debe a que la animación requiere de habilidades físicamente demandantes, como la formación de pirámides, las piruetas, lanzamientos, levantamientos, patadas y atrapadas. Según la APP, entre el 42 y el 60% de las lesiones y el 96% de las contusiones cerebrales son consecuencia de estas maniobras.
“La mayoría de las lesiones serias, incluidas las catastróficas, ocurren durante la ejecución de maniobras complejas como la formación de pirámides”, de acuerdo con Jeffrey Mjaanes, miembro del Consejo de Medicina del Deporte y Aptitud Física de la AAP y otro de los autores de las directrices.
La AAP recomienda a los porristas someterse a un examen físico antes de cada temporada para asegurarse de que son lo suficientemente fuertes para participar y que sean supervisados por entrenadores calificados que conozcan la técnica correcta de apoyo para las maniobras gimnásticas y otras acrobacias.
La AAP también cree que los porristas deben limitar las acrobacias y evitar efectuarlas en superficies duras. Al igual que otros atletas, los porristas deben ser revisados y monitoreados para descartar una contusión en caso de sufrir una lesión en la cabeza.
[Fuente: mexico.cnn.com]