Andrea L. Meltzer y su equipo de investigadores de la Southern Methodist University de Dallas acaban de presentar los resultados sobre la relación que hay entre el aumento de peso y un matrimonio feliz…
Por cuatro años se han observado a 150 parejas entre las que se ha analizado las posibles razones por las que algunas no aumentan de peso y otras sí. Las parejas felices y satisfechas tienen a ganar unos cuantos kilos de peso en comparación con aquellas donde no reina la tranquilidad y la armonía. De tal forma que, todos los que son divorciados pierden peso, kilos que conservaron mientras su matrimonio fue feliz.
Según los investigadores, esta tendencia de ganar peso cuando tienes un matrimonio estable y feliz se debe a que no se preocupan tanto por lo estético, porque saben que le gustan a su pareja no solo por el exterior; por lo tanto, no se controlan tanto a la hora de comer, mientras que los que son divorciados o saben que su relación va a pique, se preocupan más por verse bien para volver a encontrar el amor o llamar la atención de alguien nuevo.
Esta investigación no es la primera en establecer una relación peso / felicidad en el amor. Un estudio australiano arrojó como resultado que las mujeres casadas engordan más que las solteras, ya sea porque dejan de cuidarse o porque se sienten seguras con su físico al ya tener una relación estable, incluso porque sus hábitos en pareja cambian, se van adaptando a los del otro.
Aumentar de peso no significa dejar de ser atractiva para el otro, de hecho, lo más recomendable (por muy feliz que sea tu matrimonio), es que ambos mantengan un peso ideal por salud: mantener el colesterol en niveles normales, evitar la obesidad que deriva en hipertensión y / o diabetes, y demás enfermedades que se pueden desarrollar debido a una pésima alimentación.
Es un hecho que se puede estar sano, enamorado y feliz… Solo es cuestión de trabajarlo en pareja, crear hábitos que les ayude a mantenerse en forma y quemar calorías (de la manera que más les guste). Por ejemplo, de los siete días de la semana, dediquen dos noches a caminar por ahí, a rodar por la ciudad en bici, meterse a clases de baile (no importa que tengan dos pies izquierdos) o simplemente, inscribirse al gimnasio.
Si tu pareja es de las que prefiere algo más extremo o es más arriesgada, vayan los fines de semana a rapelear, a practicar algo de rafting o senderismo, pónganse en acción juntos.
Si se turnan para cocinar, incluyan verduras y frutas bajas en azúcar, recuerda que todo lo que son carbohidratos ayudan a aumentar el peso, más si se consumen de manera excesiva. Eviten los platillos demasiado condimentados y comiencen a vivir una vida mucho más feliz y plena.
El enamorarse es increíble… El cuidarse también.
[Fuente: spdnoticias.com]