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Dos jóvenes irrumpieron en la casa de Kraig Stockard, un hombre de 54 años que vive en Delhi, California. Tras revisar las pertenencias de su víctima decidieron únicamente robar una torre de cd’s que pensaron que podrían utilizar para grabar música, pues asumieron que aún se encontraban en blanco. Sin embargo, al llegar a su casa y revisar el botín, los jóvenes ladrones constataron que en varios de los discos estaban almacenadas imágenes de pornografía infantil., reseña pijamasurf.com.
Tras el hallazgo, los “amantes de lo ajeno” decidieron que el crimen de Stockard era mucho más grave que su inocente hurto y procedieron a denunciar a su original víctima. Tras la denuncia, la policía local se apresuró a solicitar una orden de cateo al domicilio de Stockard, tomando en cuenta que la posesión de pornografía infantil es un delito grave en California. Tras revisar la casa encontraron más material y el implicado terminó por confesar que lleva siete años descargando contenidos pornográficos de menores de edad, aunque también se confirmó que no forma parte de una red de intercambio.
Afortunadamente los jóvenes ladrones —que quemaron instantáneamente su karma al denunciar al sujeto de su delito— no fueron procesados por el hurto.