Los signos de desesperación comienzan a aparecer en el régimen.
No me refiero a los ataques de histeria del Coyote, que son muchos, insultando a @HCapriles ni al ventajismo alcahueteado por el CNE, sino a las acciones delictivas contra la gobernación de Monagas el martes y contra la sede de Podemos este miércoles. La barbarie fascista se ha soltado el moño.
Pero más allá de denunciar el repudiable vandalismo y el abuso la idea nuestra de hoy es señalar qué lo motiva.
No hay que ir muy lejos para descubrir que la causa no es otra que están viendo la derrota cerquita. El Caradura está en tercera y se va para home con cualquier flaycito, no por su salud, sino por su pérdida de apoyo popular.
Ya los plumíferos y voceros del régimen lo están advirtiendo, en trance de ejemplo sería bueno leer el último artículo semanal de Eleazar Díaz Rangel diciendo "¡Ojo! cuidado con las encuestas". Que sin duda comienzan a parecerse cada vez más a la realidad.
No es que el malandraje policial empleado de modo mercenario en estos hechos de violencia hayan visto encuestas reales ni nada por el estilo, pero si quienes los mandan. Y como todos sabemos, el último recurso de los sinrazón es justamente la violencia que huele a desespero.
Por: José Luis Farías / @fariasjoseluis