Mientras en Occidente se vive la locura de Navidad y miles de personas invaden los centros comerciales en busca de regalos, la realidad en otros países es muy distinta.
El fotógrafo alemán asentado en Hong Kong Michael Wolf quiso retratar el tema mediante su exposición The Real Toy Story (La verdadera historia del juguete).
El artista realizó decenas de fotografías en las fábricas chinas en las que realizan muñecos de plástico que luego se venden por todo el mundo. En ellas retrató las duras condiciones de los trabajadores, que comen y duermen en las mismas instalaciones en las que trabajan.
En su mayoría mujeres, los trabajadores realizan todo el proceso de composición del juguete, desde pintarlo a ensamblarlo o empaquetarlo.
Según la organización War on Want, observadora de la pobreza global, unos 480 millones de chinos viven con dos dólares (alrededor de un euro y medio) al día. Además, aseguran que solo en 2009 cerca de un millón de trabajadores sufrieron accidentes laborales, y 20.000 sufrieron enfermedades a causa de su trabajo.