Hay dos formas de vender a la principal industria nacional. Una de ellas es vender sus activos, es decir literalmente una venta de la empresa. El gobierno irresponsable y corrupto de Nicolás Maduro analiza tres ofertas para la venta de CITGO, una filial de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) en los Estados Unidos o sea, la industria petrolera que pertenece a todos los venezolanos sería vendida por partes mediante una ilegal operación mercantil, propia del capitalismo más salvaje y contraria al interés nacional. La empresa CITGO –es decir, PDVSA- posee tres refinerías con una capacidad total para para procesar 750.000 barriles por día, 48 instalaciones de almacenamiento de derivados, 16.000 estaciones de servicio, tres oleoductos propios y parte de la propiedad en otros seis ductos en Estados Unidos. Como venezolano, indistintamente de cual sea su posición política ¿Está usted de acuerdo con que el gobierno venda estos activos de la Nación? Por otra parte, CITGO es clave para garantizar el flujo de caja de PDVSA pues paga los despachos de crudo al contado, por lo tanto su venta lesionaría gravemente las finanzas del país. ¿Por qué venderla entonces? Respuesta: simplemente están raspando la olla, la venden para robarse los reales como han hecho con una colosal fortuna que ha ingresado al país en los últimos 15 años. Los posibles compradores deberían saber que pueden ser víctima de unos malhechores, delincuentes –no de cuello blanco- sino de boina roja.
La otra forma de vender a PDVSA es endeudando a la República comprometiendo petróleo a futuro, no es una venta de activos o de derechos, sino de hecho. Una persona que estuvo en la reunión de Rafael Ramírez con los chinos comentó que salió de ahí “con el estómago revuelto y mordiéndome los labios. Los chinos tendrán la información de producción diaria de crudo en todo el país y decidirán que irá al mercado y que será enviado a China. Para ello cuentan ahora con los códigos remotos de exploración, producción y despacho de crudos, o sea recibirán en tiempo real la cantidad de barriles diarios que tiene el país y serán dueños de nuestro petróleo durante los próximos treinta años, al menos”. A este cuadro hay que agregar las negociaciones entreguistas con otros países como Rusia, Irán, Cuba, etc. El endeudamiento del país es obsceno, se ha elevado a niveles exorbitantes con la misma celeridad con que han desaparecido los recursos, buena parte de ellos desviados a los bolsillos de las cúpulas podridas del PSUV mediante empresas de maletín y operaciones fraudulentas.
Si esta depravada e insaciable confabulación contra los intereses de Venezuela, no es Traición a la Patria, no puedo entonces imaginar que pueda serlo. Toda esa retórica oficialista sobre la soberanía nacional es una excusa para robar a la Nación. La lucha contra la pobreza es una coartada. El discurso contra el imperialismo lo pronuncian mientras se bajan los pantalones ante el imperio chino y engordan sus cuentas bancarias personales. El madurismo resultó peor que el gobierno anterior. Ahora ¿Todo el chavismo será cómplice de estos delitos? Veremos, lo cierto es que esta dolorosa realidad reafirma la urgente necesidad de un cambio en Venezuela.
Por Richard Casanova