No se puede decir que los espectadores ignoraban dónde se metían. El teatro The Globe de Londres había avisado que la obra que iban a ver, escrita por Shakespeare, era «grotescamente violenta».
A pesar de los avisos, un centenar de personas se desmayaron o se vieron obligadas a abandonar la sala mientras asistían a alguna de las representaciones de Tito Andrónico, la obra más sangrienta del dramaturgo inglés, explicó una portavoz del teatro a BBC Mundo.
Del poderoso efecto de la representación, dirigida por Lucy Bailey, no se libraron ni los críticos de los periódicos, acostumbrados a ver todo tipo de obras.
«Una confesión: me desmayé. Los miembros del público caen como moscas», empezó la crítica Holly Williams, del diario británico The Independent. The Guardian tituló: «El baño de sangre de Shakespeare convertido en un placer sádico».
Los desmayos del público provocaron algún sobresalto a los actores. «Al principio nos preocupábamos», explica el actor Obi Abili, de 35 años, que interpretó el papel de Aaron. «Se desmayaba alguien en medio de una escena y todo el mundo alrededor se daba vuelta», dice el actor.
La aparición de Lavina después de que le corten las manos y la lengua impresionó a los espectadores.
«Un par de veces tuve que parar brevemente. Somos seres humanos», reconoce Abili. Pero él y sus compañeros se acabaron acostumbrando. «No es que lo ignorásemos, pero simplemente seguíamos».
Tito Andrónico es una historia ficticia de venganza entre el general del ejército romano del mismo nombre y Tamora, reina de los godos. Tito Andrónico regresa victorioso a Roma tras una guerra contra los godos en la que pierde a casi todos sus hijos, excepto a cuatro.
En la escena más famosa de la obra, Tito mata a los hijos de Tamora y hace un pastel con los restos. En la obra hay 14 muertes, una violación, escenas de canibalismo y mutilaciones.
«Cosas horripilantes»
«La mayoría de los desmayos ocurrieron en la escena en la que aparece Lavinia (hija de Tito), después de haber sido violada y mutilada por los hijos de Tamora», explica una portavoz del teatro.
Los espectadores no ven en escena cómo le cortan las manos y la lengua a Lavinia, por lo que es la aparición de ésta en el escenario, ensangrentada y mutilada, lo que «lleva a los espectadores al límite», según esta portavoz.
«Lavinia es tan bonita y tiene un aspecto tan delicado que se la ve como un pajarillo herido», dice Suzannah Lipscomb, una profesora de historia que vio la obra en The Globe. En Tito Andrónico hay «cosas horripilantes», reconoce Lipscomb, que aun así fue dos veces a verla porque le parece «excelente».
El teatro es una recreación del que existió en la zona en la época de Shakespeare.
Las representaciones (un total de 52) terminaron hace menos de dos semanas. Lipscomb compara la obra con las películas de Quentin Tarantino y dice que Bailey combina a la perfección la violencia con la risa.
Tampoco a la directora pareció importarle. Lo vivió más bien como un triunfo. «Me parece fantástico, que la gente pueda conectar tanto con los personajes», le dijo a The Independent.
«Me sentía decepcionada si solo se desmayaban tres personas en una función», aseguró.
The Globe es un teatro al descubierto que recrea uno construido en 1599, muy cerca del actual, para la compañía que representaba las obras de Shakespeare. Una parte de los espectadores ven las obras parados. «Es bastante común que los espectadores parados se desmayen», dice la portavoz, sobre todo durante el calor de la época estival. «Nuestros trabajadores están muy preparados para ayudar a la gente a salir rápido y ofrecer primeros auxilios».
Fuente [Bbc.co.uk]