Si lo pensamos detenidamente, es lógico. La pulsera cuantificadora Nike Fuelband mantiene un escrutinio constante sobre nuestra actividad física diaria y es capaz de discernir incluso cómo dormimos. De ahí a poder hacer un seguimiento de la vida sexual del usuario sólo media la curiosidad que tengamos.
El dato lo ofrece un estudio de campo realizado por Michael Grothaus a partir de las observaciones de Gregory Ferensein para Techcrunch. Ferensein lleva la Fuelband las 24 horas, y comenzó a interesarse por el tema cuando un amigo bromeó sobre esas 100 calorías que Gregory había quemado una noche a la una de la madrugada, justo antes de caer dormido.
Según Grothaus, la pulsera podría incluso determinar si nuestra pareja está fingiendo el orgasmo o no a partir de la frecuencia cardíaca. Por supuesto, todo esto son puras conjeturas, pero no les falta una base real. Los gadgets cuantificadores son una moda cada vez más extendida y la cantidad de datos que recopilan pueden ser analizados en busca de muchos patrones distintos.
El componente social de estos dispositivos añade un plus de peligrosidad a la hora de mantener nuestras costumbres en la esfera privada. Como siempre, el mejor consejo para que los demás no sepan lo que estamos haciendo es no compartirlo, aunque eso pueda resultar difícil para muchos en la era del exhibicionismo social media.
Fuente: gizmodo.com