La pantalla del Nokia Lumia 800 supera la más extrema de las torturas

El blog griego de tecnología Pestaola.gr ha sometido a tortura, durante 4 minutos, a la pantalla Gorilla Glass del Nokia Lumia 800. Primero, con el sacacorchos y el filo de una navaja de bolsillo. Luego, dejando caer sobre ella, en repetidas ocasiones, un montón de monedas de euro y unas llaves.

Las pantallas de algunos de los teléfonos inteligentes y tabletas de última generación que hemos visto en el mercado en el último año, están protegidas contra arañazos gracias a la nueva tecnología de Corning, que ya todos conocemos como Gorilla Glass. Podemos poner algunos ejemplos de fabricantes que ya lo han implementado en sus terminales: LG Optimus 3D, LG Optimus 2X, LG Optimus Black, Motorola Droid RAZR, Samsung Galaxy S II y sus tabletas, y por supuesto, el Nokia Lumia 800, objeto de este vídeo que os presentamos.

No es la primera vez que vemos una prueba de este tipo sobre la pantalla de un terminal, pero sí sobre el Nokia Lumia 800. Desde el blog griego se han permitido el lujo de someter la superficie frontal a la punta de un sacacorchos, el filo de una navaja y a la repetida caída de monedas y llaves sobre la pantalla. Tras cada prueba, los autores han limpiado la pantalla y la han acercado a la cámara para que viéramos que, efectivamente, no aparecía ningún arañazo sobre ella. No sabemos si alguien se dedicará a rayar con una navaja el cristal de su teléfono móvil, pero os podemos asegurar que es muy frecuente que estos se puedan dañar con el roce de monedas y llaves. En cualquier caso, los resultados son magníficos.

¿Por qué Gorilla Glass es tan resistente a los arañazos? La razón está en el proceso de fabricación. Durante este, el cristal sufre un proceso de inmersión en el que se le impregna de sales lo que permite que una gran cantidad de iones penetren en su superficie hasta mayor profundidad. Esto es lo que incrementa su tolerancia a la compresión. Esto no quiere decir que no aparezcan arañazos con el uso, pero sí que no se resquebraje ni se rompa el cristal.