La intención de la Agencia Espacial Estadounidense es llevar a los astronautas mucho más allá del límite actual de la actividad humana en el espacio, la Luna. Así, pretende que los astronautas sean capaces de aterrizar en las rocas espaciales y pisen su superficie.
Peake, un ex miembro del ejército británico y astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha sido uno de los elegidos para esta misión, y ha explicado que entre los entrenamientos que va a recibir de incluye la conducción de vehículos de aterrizaje, llevar a cabo caminatas espaciales y la recolección de muestras de la superficie de un asteroide.
El principal riesgo de esta misión es que estas rocas viajan a unos 80.000 kilómetros por hora alrededor del Sol y con un peso inexistente debido a su pequeño tamaño. Además, una misión tripulada tardaría alrededor de un año para hacer la ida y vuelta a la Tierra, mientras que los astronautas podrían quedarse en el asteroide durante un máximo de 30 días.
La NASA va a hacer públicos los detalles de este proyecto a finales de este mes en la Reunión de Ciencias de la Tierra que se celebra en Japón. Según Peake, las fechas que maneja la agencia espacial es enviar un brazo robótico de prueba en 2016 y cuatro años más tarde la misión tripulada.
Evitar posibles amenazas contra la tierra
Pero aunque el objetivo principal de la misión es estudiar de ‘primera mano’ un asteroide, la NASA ha señalado que este proyecto va a resultar "muy valioso" para que los científicos puedan evitar posibles amenazas de estos cuerpos contra la Tierra. Actualmente, existen 400 objetos con potencial para golpear la Tierra, aunque la mayoría se consideran de bajo riesgo.
Al respecto, Peake ha indicado que "los asteroides son interesantes en una serie de niveles diferentes: son un registro histórico de miles de millones de años de nuestro universo, pero también se están viendo muy cerca de la Tierra en los últimos tiempos". "En el último año ha entrado un asteroide en órbita geoestacionaria de la Tierra, eso le hace estar más cerca del planeta de lo que están algunos satélites", ha explicado.
Así, ha indicado que si se tiene información con suficiente tiempo "se podrán enviar una misión robótica para desviar un asteroide", pero si "algo se detecta tarde y es lo suficientemente grande, las agencias espaciales deberían estar preparadas para enviar misiones tripuladas que puedan desviarlo". "Es entonces cuando las habilidades que los astronautas estamos aprendiendo acerca de cómo trabajar en un asteroide podría ser útiles", ha apuntado
A principios de este año los científicos descubrieron que un asteroide de más de 460 metros de ancho que podría acercarse lo suficiente a la Tierra como para chocar con el planeta en 2040.