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Hemos tomado las calles en nombre de Venezuela y por Venezuela. Hemos marchado y, nuevamente, hemos llegado al CNE.
Y cuando digo hemos marchado, me estoy refiriendo al país entero. Quienes queremos un país en paz, democrático, próspero, descentralizado, con autonomía en sus instituciones, con sus leyes respetadas y combatiendo a fondo la escasez, el desempleo y la violencia, lo hicimos el pasado domingo 10 de junio.
Expresiones del venezolano de a pie calaron hondo, muy hondo en mi mente, para mi reflexión y seguimiento: -Pablo, ya basta de discursos largos… -Pablo vamos al reencuentro de todos… -Pablo, mis hijos se fueron del país hace cuatro años por que no veían futuro…!
Comparé luego esta toma de las calles de Caracas con la movilización que al día siguiente hicieron los seguidores del actual gobierno. Más allá del obvio uso descarado y obsceno de los recursos públicos para promover un acto meramente político-partidista y la abierta presión y chantaje para que funcionarios públicos llenaran el centro de la capital, debemos reconocer que igualmente los partidarios del saliente presidente Chávez tienen y han ejercido su derecho.
En Venezuela, entonces, se ventilan ya los primeros síntomas de que renace la democracia, esa en la que todos somos iguales ante las leyes y las instituciones.
En esos dos días, -domingo 10 y lunes 11- todos fuimos ante el CNE. Unos, representando el futuro, la paz y el bienestar. Otros, llevando las banderas del pasado, de un gobierno agotado e ineficiente. Pero, en fin, todos con igual derecho, todos tan venezolanos como el mismo equipo de la Vinotinto..!
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Personalmente, no acepto visiones interesadas. Asumí el compromiso de caminar las emblemáticas calles de Caracas acompañando a Henrique, y lo hice no como gobernante ni funcionario público, sino como ciudadano común y corriente, entre amigos. Y cinco días después, cumpliendo mi palabra con el pueblo zuliano y con el propio próximo Presidente de la República, ayer viernes 15 nos concentramos en la retadora Calle 72 de Maracaibo que, como dicen los toreros, “estuvo hasta la bandera”.
Allí, nuevamente, la voz del pueblo se hizo sentir: -Pablo, los zulianos queremos un Presidente que desde Miraflores le cumpla a esta región, no más mentiras.
Soy del criterio de que el CNE debe dar permanentes señales de institucionalidad, cuidar las formas, los detalles, demostrar que no hay un bando favorito. Que el favorito tiene rostro, tiene nombre mucho antes de comenzar el juego y es uno solo: el pueblo venezolano, que merece respeto y trato digno.
No son ni deben ser nunca asuntos internos del CNE los éxitos y el fervoroso apoyo popular que tienen nuestras marchas, las del Comando Venezuela. Eso debe quedar como lo que son, grandes preocupaciones y mucho desencanto entre los responsables de las movilizaciones oficialistas, los del Comando Carabobo.
Por eso, nuestra nueva marcha hacia el CNE continúa, por toda Venezuela. La victoria final, la del pueblo y la de democracia, está apenas a 17 semanas. Y será el mismo CNE quien nos la ratificará y confirmará..!
Por Pablo Pérez
Gobernador del Zulia