Según expertos, la investigación sobre los incendios ocasionados por las baterías de los Boeing 787, que por cierto tiene a todos los aviones 787 del mundo en tierra, podría tomar meses o incluso años.
El saliente secretario del transporte en los Estados Unidos Ray LaHood, afirmó que “no hay presión” para poner a volar los 787 y que un representante de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (National Transportation Safety Board) tampoco ha impuesto una fecha límite para este asunto. Por su parte, Tom Haueter director retirado de la NTSB comentó a Bloomberg que la investigación podría tomar años ya que la evidencia fue dañada por el fuego.
Aparentemente existe la posibilidad de que la NTSB no encuentre nada en su investigación, sobre esto, un profesor de aeronáutica en MIT opina: “El peor escenario es que no encuentres nada y, si no encuentres nada, tienes que corregir todas las cosas que pudieran estar mal, aunque no tengas evidencia directa. Esto es más complicado y costoso”.
El CEO de Boeing Jim McNerney continúa defendiendo el uso de grandes baterías de Lithium-ion en los 787, lo que según su competencia, SpaceX no es una buena idea. Los reportes indican que no solo se están investigando las baterías, también hay otros componentes que están el lista de revisión y, aunque las pilas son el foco de atención de la NTSB, están revisando los aviones en su totalidad para descartar posibles causas de sobrecalentamiento.