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En 1988, Michael Jackson hizo una de las compras más espectaculares: un rancho de 1400 hectáreas. Muy pronto, este lugar se convirtió en un sitio mítico. El rey del Pop transformó su rancho en un enorme centro de atracciones en el que recibía a sus invitados. El rancho fue llamado Neverland, en homenaje al mundo imaginario de Peter Pan, allí donde los niños nunca crecían.
De hecho, en este rancho su hijos Prince, Paris y Blanket nacieron y crecieron. Por culpa de las deudas, Michael tuvo que ceder parte de Neverland a Colony Capital Compagny. Lo que hizo que sus hijos se sintieran muy tristes, especialmente Paris.
De hecho, la hija de Michael Jackson que acaba de renunciar a tener cualquier tipo de contacto con su madre, tras 14 de ausencia, ha confesado tener un único deseo, el de restaurar el rancho volverle a dar vida. Reportó mascorazon.com
Paris tendrá que trabajar duro y ahorrar miles de millones si desea que algún día pueda reavivar la memoria de su padre, y la del rancho, puesto que Lady Gaga también tiene puestos los ojos en Neverland y la Compañía no está dispuesta a dejar que la parte retomada para cobrarse las deudas se le vaya de las manos.