No sabemos si George R. R. Martin, el autor de los libros en que se basa Game of Thrones, lo hizo consciente o inconscientemente, pero el hecho es que con Hodor creó un personaje que es un ejemplo de manual de la enfermedad que se conoce como «afasia expresiva».
Hodor es uno de los personajes más simpáticos y agradables de Game of Thrones, algo que no se puede decir de muchos personajes en la serie, realmente; a pesar de ser enorme y tener una fuerza bruta que ha probado ser mortal, parece no albergar una pizca de maldad y es todo ingenuidad, inocencia y, sobre todo, fidelidad hacia Bran Stark, a quien ha cargado y protegido a lo largo de varias temporadas.
Esto se debe, evidentemente, a su retraso mental, que es el culpable también de su característica más notoria: la habilidad de pronunciar una única palabra.
Esa única palabra, Hodor, es la que ha determinado su nombre, pero los lectores de los libros de la saga Canción de hielo y fuego, en que se basa la serie, saben que en realidad, su verdadero nombre es Walder, y que todos los que lo conocieron simplemente asumieron que se llamaba Hodor, al escuchar esta palabra repetidamente de su boca.
¿Qué significa Hodor? ¿Por qué es la única palabra que pronuncia? Esto, como suele suceder, tiene una explicación científica.
Hodor
No sabemos si George R. R. Martin, el autor de los libros en que se basa Game of Thrones, lo hizo consciente o inconscientemente, pero el hecho es que con Hodor creó un personaje que es un ejemplo de manual de la enfermedad que se conoce como «afasia expresiva».
En 1861, un caso estudiado por el médico francés Paul Broca, tuvo como centro a un hombre llamado Louis-Victor Leborgne. En honor a este médico francés hoy se conoce como el «área de Broca» a la sección del cerebro involucrada en la producción del habla y el procesamiento del lenguaje.
Este hombre, Leborgne, a pesar de mantener su nivel intelectual y sus facultades mentales en niveles bastante normales, fue progresivamente perdiendo la capacidad del habla, a lo largo de un período de 20 años. Al igual que Hodor, tras este período el hombre recibió el apodo de Tan, ya que esta fue la única palabra que permaneció en su vocabulario.
Luego de su muerte, la autopsia determinó que Leborgne tenía una lesión en el lóbulo frontal de su cerebro, próxima a una hendidura que lo recorre transversalmente y que recibe el nombre de surco lateral del cerebro.
Durante los siguientes años, Broca adquirió los cerebros de 12 pacientes más con los síntomas de Leborgne y los sometió a autopsias, obteniendo los mismos resultados en todos ellos: lesiones en la misma región.
Hodor
Hoy en día, los neurocientíficos siguen examinando esa pequeña región del cerebro llamada área de Broca, para descifrar todas sus funciones. Las investigaciones han demostrado que, cuando esta área ha sido dañada, los pacientes pierden la habilidad de formar oraciones sintácticamente complejas.
También han demostrado que el área de Broca está activa durante otras funciones del lenguaje, como cuando se intenta comprender un mensaje, en la interpretación de movimientos y en la comprensión de varios gestos físicos asociados al lenguaje, como saludar con la mano.
En 2007, un estudio conjunto entre científicos franceses y la Universidad de California se encargó de revisar el caso de Leborgne y de otro paciente de Broca llamado Lelong, quien pronunciaba únicamente 5 palabras.
Uno de los hallazgos más importantes de este estudio, que no había sido percibido por Broca, fue que los pacientes tenían dañadas varias otras regiones del cerebro. Lo cual resulta lógico, ya que Leborgne y Lelong, y también Hodor, son ejemplos extremos de la afasia expresiva.
Una persona con un caso más leve de esta enfermedad podría pronunciar varias palabras, incluyendo verbos y sustantivos. Por ejemplo, podría decir «parque, pasear, amigo» en lugar de |fui al parque a pasear con un amigo».
La causa más frecuente para la afasia expresiva son los derrames cerebrales, pero entre otras también se incluyen tumores, hemorragias, hematomas en la membrana que recubre el cerebro o golpes fuertes en la cabeza.
La historia de Hodor (Walder) no la conocemos, pero probablemente algún episodio de cuando era pequeño incluyó un fuerte golpe en la cabeza.
Fuente: [Ojo científico]