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¿Se ha agotado la ‘magia’ de Steve Jobs? ¿Es un efecto del nuevo frenazo en seco de la economía mundial? ¿O es simplemente que los consumidores están esperando a que la empresa saque su nuevo teléfono móvil, el iPhone 5, que se espera para el cuarto trimestre?
El mercado apuesta por la tercera explicación para justificar los pobres resultados de la empresa más valiosa del mundo por valor en bolsa, Apple. Pero lo cierto es que, después de dos trimestres consecutivos en los que había pulverizado las previsiones de los analistas, la empresa de la manzana no ha cumplido las expectativas esta vez.
Entre abril y junio Apple ganó 8.800 millones de dolares (7.228 millones de euros). Es un 22% más que en el mismo periodo del año pasado, pero inferior en alrededor de un 15% a lo esperado por el mercado. La decepción, además, ha sido doble.
La empresa californiana ha rebajado sus previsiones para el cuarto trimestre en alrededor de un 25% en relación a lo esperado por el mercado. Significativamente, la mayor parte del aumento de ventas se produjo fuera de Estados Unidos.
El principal lastre de la empresa ha sido su producto estrella, el iPhone. Entre abril y junio, la compañía solo produjo 26 millones de unidades de este teléfono móvil, nueve millones menos que en el trimestre anterior. El mercado contaba con una desaceleración de las ventas, pero no tan grande.
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Como poco, estimaba unas ventas de 29 millones de iPhones, tres más de las que se han producido. Por el contrario, las ventas del iPad siguen disparadas, con 17 millones de unidades, un 45% más que en el trimestre anterior.
Los analistas del sector estiman que la caída de las ventas del iPhone se deben a que los consumidores están esperando a que salga el nuevo modelo de gama, el iPhone 5, que se se supone que aparecerá en el cuatro trimestre del año.
Entonces será la verdadera prueba de fuego para ver cómo está funcionando Apple sin Steve Jobs, que dejó la dirección de Apple hace 11 meses y murió en octubre de 2011.