Kim Kardashian y Kanye West están continuamente en el candelero. Los mínimos gestos y hechos de los futuros padres son estudiados y mirados con lupa. Pues bien, resulta que Kim y Kanye no se llevan tan como quieren hacérnoslo ver. Los media americanos hablan cada vez con más frecuencia de una inminente ruptura.
El hecho de que Kanye haya elegido domicilio durante el embarazo en casa de su “amiguita” de París no ha sido del gusto de todo el mundo, y el hecho de que haya atacado a un paparazzi tampoco. RadarOnline dice que por estas razones y por ninguna otra, Kim y Kanye podrían separarse antes del nacimiento de su hijo. Según reseña Mascorazon.com
Una fuente cercana a los Kardashian habría confirmado: “No comprendemos por qué Kim debe desplazarse para ver a Kanye, es ella la que está embarazada, no tiene por qué hacer eso. Kanye puede viajar por razones profesionales pero no lo hace para ir a verla.
Kanye trata a Kim como si fuera su asistente. De momento, ella está aguantando, pero está a punto de que se le hinchen las narices”.