En estos dos años y medio de carrera Justin Bieber se ha convertido en sinónimo de éxito comercial. Los álbumes My World, My World 2.0, el documental Never Say Never y su masiva gira My World recaudaron millones y millones de dólares en todo el globo.
Es por eso que no resulta imposible pensar que si su disco navideño tiene buenas repercusiones económicas, el canadiense podría pensar en abandonar su carrera artística: con el dinero que recaudó y recaudará logrará vivir sin trabajar por lo menos durante dos o tres vidas más.
Los motivos para que el astro adolescente tome esta decisión son muchos. La pérdida de su privacidad y los escasos tiempos libres y demás exigencias profesionales podrían hacerlo dudar.
No obstante, no se ha podado tomar unas considerables vacaciones desde que salió su placa. Siempre aparecen nuevos compromisos que lo aprisionan y lo llevan a recorrer el mundo y mostrarse con su mejor sonrisa.
En uno de sus últimos viajes, cansado del asedio de los paparazzis, no dudó en gesticular de modo obsceno…
A la vez Under the Mistletoe está arrasando en las disquerías. En la primera semana de lanzamiento vendió 210.000 copias y se ubicó en el puesto número 1 en el Billboard 200. Asimismo, se espera que a medida de que se acerque la víspera, la cifras se disparen.
Son varios los artistas que han abultado considerablemente sus arcas al lanzar álbumes navideños: Merry Christmas de Mariah Carey se estrenó en 1994 y gracias a varias reediciones ha logrado vender 5,1 millones de CDs.
Mismo cambiando de género, con su disco temático Andrea Bocelli logró alzarse con 2,6 millones de copias.
Este tipo de trabajo tiene la particularidad no sólo de convertirse en un presente simpático para obsequiar sino que al ser navideño, no pasa de moda. Son las mismas canciones clásicas que se van repitiendo. Así el novio de Selena tiene garantizado obtener un exorbitante porcentaje de regalías.
Por supuesto que no sabemos qué hará Justin Bieber en el futuro, pero seguramente él es consciente de que tiene todo preparado como para, en caso de que lo quisiera, abandonar su profesión aunque sea por un tiempo.