Los acólitos del oficialismo aseguran que todos somos Chávez, dicen que el pueblo es Chávez y por ende montaron el pasado 10 de enero un acto en Caracas para que la figura popular reemplazase al Jefe de Estado aún ausente por la convalecencia, (creo yo porque no manejo mucha información más allá de los partes médicos que esgrimen desde las altas cúpulas de Miraflores), pero bueno si eso es verdad, el día de mañana yo puedo salir a la calle y reclamarle al primero que me pase por al frente por la grave situación de escasez que se vive en la actualidad en el país.
Puede ser algo así: “Mira tú, epa Chavito, el de camisa roja, sí tu, como eres Chávez te pregunto ¿qué vas hacer con el grave problema de la inseguridad, nos están matando en la calle, qué vas hacer con la situación del desabastecimiento, qué piensas hacer para paliar la ya patética situación que poseemos en el país gracias al desempleo?, lo más seguro es que esa persona víctima de las inquisidoras interrogantes me vea con mala cara o responda con un simple “tú estás loca”.
Eso de “Chávez somos todos” es un indicio más que nos indica que el Presidente de la República está mal y no se tiene pensado que regrese en los próximos días, y por ende inventan esas aseveraciones más propagandísticas que otra cosa para tratar de distraer a la gente, porque no le veo otra explicación a semejante barrabasada inventada por el G-2 cubano.
Aquí nadie es Chávez, como dicen muchos de los seguidores del primer mandatario “Chávez es Chávez”, entonces si él es él, porque decir que somos todos, déjense de eso, que el tiro le va a salir por la culata; he visto a más de uno acompañando al amigo hasta el hueco pero no se meten con él en la fosa cuando lo van a enterrar y esto que llame a la reflexión a aquellos que se quieren presentar como más papistas que el Papa.
Señores el país vive una realidad, el pueblo llano ese de a pie, ese que votó a favor del oficialismo o ese que salió a marcar las tarjetas donde salía el rostro de “El Flaco”, ese mismo que es uno sólo, no sabe nada de la situación actual que rodea a quien es el conductor de una nación que desde hace semanas se encuentra a la deriva, sin timón y con la brújula dañada.
Qué Dios nos agarre confesados a cada uno de nosotros, pero esencialmente a aquellos que se dicen llamar Chávez, porque Chávez somos todos, por serán ellos a los que más duro le caiga cualquier noticia negativa, como las que se tienen que esperar cuando se tiene a algún pariente enfermo con un mal tan terrible como es el cáncer.
P.D: Me gustaría demás aprovechar estas líneas para decir que ¿Chávez somos todos?, ¡No mijo que va!, está que está aquí se llama Ana Martínez y está muy orgullosa de eso, allá aquellos que se sientan felices recibiendo esos calificativos y al que me diga así le responderé “más Chávez serás tú”.
Ana Martínez