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No cabe duda que la contienda entre Samsung y Apple va a ser uno de los casos más sonados en la carrera de la juez Lucy Koh, pero de todo se termina cansando uno. Mientras presidía ayer una nueva sesión del interminable juicio, nuestra protagonista pidió a ambos gigantes una «paz global» y, ante las risitas de los allí presentes, agregó: «no estoy bromeando… sería bueno para los consumidores y también para la industria». Ante semejante panorama, el jefe del equipo legal de Samsung apuntó que su compañía estaba dispuesta a dialogar, pero su contrincante no se mostró tan amigable, diciendo que la ya famosa sentencia de los 1.000 millones de dólares venía a ser un mero «tirón de orejas» y que era necesario establecer unos límites claros para sentar precedentes.
Los abogados de Cupertino también aprovecharon la ocasión para atacar las decisiones de diseño de Samsung, diciendo que estaban llevando sus bocetos justo al límite para no pillarse los dedos legalmente; mientras que los representantes de Sammy dejaron claro que son de la opinión de que «Apple quiere competir en los jugados en lugar de en el mercado» y que estaba aprovechando la situación para llevar a cabo una campaña de desprestigio. A todo esto, el máximo responsable de la empresa de la manzana, expresó ayer en una entrevista que no les habían dejado otra alternativa y que «en un mundo ideal» las compañías «inventarían sus propios productos».
Como ves, la reprimenda de Koh no ha surtido demasiado efecto, pero desde luego no podíamos estar más de acuerdo con ella.