Tras la violenta jornada del jueves, que dejó como saldo dos muertos entre los manifestantes y un policía herido de gravedad, el presidente colombiano dirigió un mensaje al país en el que ofreció una recompensa de 5.000.000 de pesos a quienes identifiquen a los «vándalos y violentos» responsables de los saqueos, y también una de 10.000.000 para quienes denuncien a los que «extorsionan a empresas y personas para obligarlos a parar».
En esta última frase está contenido el verdadero destinatario de sus acusaciones por el desbande de la protesta agraria: los grupos de «intereses oscuros» que ya denunciara el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, quien además mencionó directamente a las FARC como instigadoras de los desmanes.
Sin hacer mención directa a las causas de las muertes del jueves por la noche, Santos dirigió sus dardos a quienes radicalizaron la protesta: «La policía tiene videos donde aparecen estos vándalos atacando a las personas, robando vitrinas y atacando a los bienes públicos», aseguró.
Por eso ordenó la «militarización de Bogotá» y señaló que hará lo mismo con toda ciudad o región en la que se produzcan incidentes como los del jueves por la tarde-noche bogotana.
Prometió que quienes sean identificados serán tratados «sin contemplación» y lanzó una campaña nacional para ponerles nombre y apellido: «El objetivo es que podamos identificar y capturar a estas personas que atentan contra la propiedad y contra la misma protesta social, a la que deslegitiman con sus actos», expresó.
Los motores de la protesta
A diferencia de lo hecho por su ministro de Defensa, el presidente colombiano se cuidó de mencionar a las FARC como responsables directas de los hechos del jueves. Pero sí hizo referencia al boicot reiterado que sufren las negociaciones con los líderes campesinos y acusó directamente al movimiento Marcha Patriótica.
«Busca llevarnos a una situación sin salida», acusó Santos. «No les importan los intereses de los campesinos, sino su agenda política», añadió.
Para explicar las causas de la falta de acuerdo para solucionar el conflicto que ya lleva más de diez días y mantiene cortes en rutas clave a lo largo del país, el presidente señaló que los líderes agrarios «no quieren acordar o tal vez no los dejan».
«Cada vez que se están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien los llama y se echan atrás, corren la verja otra vez», dijo el presidente.
En cuanto al futuro de las negociaciones, el Gobierno tomó una postura que remite a lo hecho en el caso de los diálogos de paz con las FARC: retiró a sus ministros.
«Después de una noche completa de negociación le he pedido a los ministros que regresen a Bogotá y que dejen nuestras propuestas sobre la mesa», dijo Santos, quien también convocó a la capital a alcaldes y gobernadores de las zonas críticas para deliberar y recibir instrucciones sobre cómo tratar los cortes de ruta.
[Fuente: AFP]