Semanas antes de que ocurriera el accidente en que el perdió la vida Jenni Rivera, la cantante se vio envuelta en tremendo escándalo cuando dio a conocer públicamente su separación de Esteban Loaiza, tras dos años de aparente feliz matrimonio.
Mucho se especuló sobre la separación de los famosos. Primero se dijo que el ex beisbolista era un «ojo alegre» y había cometido varias infidelidades. De hecho, se dijo que una masajista de nombre Belle Chanel era quien supuestamente tenía una relación extramarital con Loaiza, de la cual Jenni se enteró y por lo que decidió ponerle punto final a la relación.
Ante estos rumores, Rivera encaró a la prensa y aseguró que su divorcio no era por cuestiones de infidelidades, sino por las «atrocidades» que había cometido Esteban durante la relación. «Quisiera no haberme casado con él, no porque he sufrido, sino porque ahora veo que siempre fue un error… Yo sé que es fuerte, pero es la realidad. Las cosas que sucedieron fueron atrocidades que me encontré y eso fue suficiente para que diga: no puedo, no acepto», comentó la cantante .
Fue ahí cuando se destapó el gran escándalo de un supuesto amorío entre la hija mayor de Jenni, Janney «Chiquis» Marín, con su padrastro, a quienes supuestamente la intérprete de «Inolvidable» los encontró juntos en la cama. El hecho desató el divorcio de Rivera y Loaiza y una lucha encarnizada ente madre e hija en las redes sociales.
La «Chiquis» se defendió a capa y espada de las acusaciones en su contra; sin embargo, todo indica que la relación con su progenitora se fracturó por completo. El dos de octubre, Jenni interpuso la demanda de divorcio ante las autoridades correspondientes, misma que Esteban no aceptó.
Se rumoró que el ex pelotero estaba arrepentido de sus acciones y que incluso, le pidió a la artista que lo perdonara y que se dieran una segunda oportunidad, propuesta que Rivera rechazo por completo e incluso, ella quería que este proceso legal no llevara más de seis meses, por su propio bien y el de sus hijos pequeños, quien veían en Loaiza una figura paterna.
Un par de días antes de la muerte de la cantante grupera y cuando todos se habían volcado en su contra, el ex jugador de los Dodgers de Los Ángeles habló en exclusiva para una revista, en donde dijo que tenía la conciencia tranquila, pues él nunca dejó de ser un caballero y que todo lo que se rumoraba de él y una supuesta relación con «Chiquis» era mentira.
«Sí hablaré porque también tengo mi público. Como deportista me siento muy apagado, pero hay que seguir, más por el momento, prefiero no decir nada. Todo lo que se ha dicho es falso pero, como dije, no hablaré más. Respeto a toda la gente y a mi mujer, que sigue siendo mi esposa», indicó Loaiza en aquella ocasión.
Con la muerte de Jenni Rivera, el proceso de divorcio de Esteban Loaiza no pudo concluirse y mucho se ha especulado si el oriundo de Tijuana, Baja California, tendría derecho a parte de la fortuna de la artista, pues se desconoce si ella lo incluyó en su testamento.
Se dice que en estos momentos, quien fuera el último esposo de Rivera está devastado por la muerte de su mujer y que fue su madre quien le informó del fatídico accidente. A días del accidente, Loaiza se ha mantenido alejado de los focos públicos y sólo se sabe que contactó vía telefónica a la familia Rivera para transmitir sus condolencias.
Respecto al tema del divorcio, a Loaiza le llegó la última notificación del proceso el pasado 10 de noviembre, al cual hizo caso omiso, por lo que legalmente, él es el viudo de Jenni Rivera, lo cual le otorgaría derechos y obligaciones.
Apenas hace unas horas, Esteban habló por primera vez ante la prensa, a quienes les dijo lo siguiente: «Le he marcado a mi suegra y a Pedro, pero ninguno me contesta la llamada. Lo que está pasando ahorita son días difíciles, Dios es el que sabe y de lo que viene y el dinero, de eso no puedo hablar ahorita».
Lo cierto es que Loaiza no recibiría ni un sólo peso de lo ganado por «La Gran Señora», pues pareciera que Jenni había presentido que algo acabaría mal y decidió firmar antes de su boda un contrato prenupcial que dejaba en claro el manejo del dinero y la fortuna que poseía cada uno por su cuenta.
Este hecho se comprueba con unas declaraciones hechas por la cantante a una revista de espectáculos en julio de este año, un par de meses antes de su unión con Loaiza. En aquella ocasión, Jenni indicó que firmar un acuerdo prenupcial era lo más sensato, ya que su novio tenía mucho más dinero que ella, por lo que no le daba pena establecer «las cosas claras» desde el principio.
«Firmar un contrato antes de la boda es pensar inteligentemente con la mente y no necesariamente con el corazón o con otra parte del cuerpo. Quiero asegurarme de que mis bienes pueda dejárselos a mis hijos», expresó en aquel entonces, cuando estaba ilusionada con su boda con Esteban Loaiza.
Recordemos que hace unas semanas, Jenni quería subastar el anillo de compromiso que Esteban le dio para solventar los gastos de un pequeño fan que necesitaba un trasplante de médula, acto que no pudo llevar a cabo por la prohibición de un juez que le indicó que la joya le pertenecía a Loaiza y por lo tanto, ella no podía vender la joya, un hecho que termina por comprobar ese acuerdo prenupcial.
Sobre el proceso del divorcio entre la cantante y el beisbolista, trámite que quedó inconcluso por la muerte de Rivera, el abogado César Guzmán, quien tiene su residencia en Chicago, Estados Unidos; Guzmán comentó:
«En California, tras la muerte de uno de los cónyuges, el proceso de divorcio se suspende… Sin embargo, los hijos pueden pelear para que no le toque nada de la herencia a Loaiza, argumentando ingratitud al matrimonio; sobretodo, por que hubo infidelidad».
Por otro lado, agregó que es importante señalar que en California no existen los matrimonios con bienes mancomunados, que eso sólo ocurre en México; sin embargo, en Estados Unidos cada miembro de la pareja tiene derecho al 50 por ciento de los bienes, siempre y cuando no exista un contrato prenupcial que especifique lo contrario.