Los sistemas de reconocimiento facial son una de las tecnologías emergentes que más van a dar de qué hablar durante los próximos años. Aunque no son precisamente nuevos, las mejoras en procesamiento y eficiencia han hecho posible la creación de avanzados sistemas de identificación de sospechosos, plataformas de marketing personalizadas al estilo Minority Report y, por supuesto, soluciones portátiles de realidad aumentada como Google Glass. Está claro que el reconocimiento facial pasará a formar parte de nuestras vidas cotidianas, pero eso no significa que debas aceptarlo si no quieres.
En vista de los avances de este tipo de tecnologías, Isao Echizen y Seiichi Gohshi, profesores del Instituto Nacional de Informática de Tokio y de la Universidad Kogakuin respectivamente, han desarrollado unas sencillas gafas de laboratorio capaces de bloquear los sistemas de reconocimiento facial sin necesidad de ponerte un pasamontañas ni recurrir a narices de payaso. Su secreto reside en un puñado de luces infrarrojas que solo son visibles para las cámaras, que al quedar deslumbradas no pueden recoger suficiente información visual para completar tu retrato y compararlo con la correspondiente base de datos. De hecho, algunos sistemas ni siquiera podrían reconocer la presencia de un rostro al ocultar los ojos y la nariz, cosa que no se puede evitar con unas simples gafas de sol.
Dado que la tecnología utilizada no puede ser más sencilla, Echizen y Gohshi, que ya han recibido preguntas sobre su posible disponibilidad comercial, creen que sería posible optimizar el conjunto e integrarlo en gafas convencionales por un coste de aproximadamente un dólar. Hacerlas un poquito más estilosas posiblemente te costará algo más.