Las instituciones públicas son las bases para el crecimiento y desarrollo de un país. La honestidad y el buen funcionamiento de estas es de obligatorio cumplimiento para garantizar la justicia, la igualdad, y estabilidad de las sociedades. En Venezuela este tema pareciera ir de mal en peor con el paso del tiempo.
La reciente actuación del Consejo Nacional Electoral, al cambiar de centro de votación a 108 personas, a pesar de que el 15 de abril cerró el plazo para movimientos en el Registro Electoral Permanente, evidencia la falta de equilibro en una institución que debería mostrar y cumplir una imagen de arbitro imparcial. En nuestro país queda al descubierto que para 4 rectoras sí existen ciudadanos de primeras y ciudadanos de segundas. Si a esas personas se les permitió ese movimiento, también se le debería otorgar el derecho de votar a miles de jóvenes que tendrán la mayoría de edad, antes y el propio 16 de diciembre.
Una nueva maniobra de una institución que se ha puesto al servicio de un gobierno autócrata, que al mejor estilo de los mafiosos colombianos de la década de los ochenta ha penetrado la política y justicia de Venezuela.
Con esta decisión del CNE, como por arte de magia ahora votarán en el estado donde son candidatos Aristóbulo Isturiz (Anzoátegui), Tarek El Aissami (Aragua), Rodríguez Chacín (Guárico), Erika Farías (Cojedes), Yelitza Santaella (Monagas), y Vielma Mora (Táchira). Y para completar tamaña ilegalidad, el concejal del municipio Bruzual en el estado Anzoátegui, Emilio Guzmán, publicó en su reciente artículo de opinión, que Aristóbulo Isturiz se inscribió ante la Junta Regional del CNE, con una dirección de un edificio que ni siquiera estaba construido hace 5 años como consta en la planilla de inscripción del candidato. Definitivamente el Estado de Derecho ha sido fracturado en Venezuela.
La Mesa de la Unidad ha solicitado por escrito a la rectora Tibisay Lucena, que estas 108 personas sean devueltas a su centro de votación de origen. Hasta la fecha no se han pronunciado. No es de extrañar que primero tengan que consultar su respuesta con el Comando Carabobo. Algunas fuentes afirman que el gobierno hará uso de un supuesto “periodo extraordinario” de actualización del padrón electoral para darle carácter legal a este abuso.
No olvidemos que este mismo Consejo Nacional Electoral permitió el uso indebido de recursos del estado durante la campaña presidencial de Hugo Chávez Frías. Este mismo CNE no quiso regular las cadenas presidenciales, las cuales alcanzaron 60 horas durante los 3 meses de campaña. Solo multó a la tarjeta de la Mesa de la Unidad y al partido Primero Justicia por exceso de publicidad, pero al PSUV ni con el pétalo de una rosa.
La alternativa democrática se enfrenta a un monstruo con una piel cubierta de falsa imparcialidad. Los ciudadanos nos sentimos indignados. Los gritos desesperados de justicia parecen hacer eco solo en las extensas sabanas venezolana.
Tristemente nos sentimos indefensos con la corruptibilidad de esta institución. Duele en el alma democrática que aquel espíritu de protesta pacífica fue borrado del cerebro venezolano para dar paso a la sombra del miedo. La Mesa de la Unidad tiene un gran compromiso con Venezuela, las victorias no deben ser solo a nivel electoral, el país también pide una lucha para tener instituciones de calidad. Es la hora, no podemos esperar más.
No quisiera terminar el artículo de esta semana sin hacer mención a un hecho interesante. He recibido varios mensajes y llamadas de personas que apoyaron a Henrique Capriles, pero que ahora decidieron apoyar a candidatos oficialistas en regiones. También he recibido de muchas que apoyaron a Chávez que piensan que la mejor opción para su estado es el candidato opositor. La Mesa de la Unidad debe hacer una lectura correcta de estos casos, porque por años hemos luchado porque he Venezuela se respete la libertad de expresión y pensamientos de los que piensan distinto al gobierno. Llegó el momento de medir que tan tolerante somos. La verdadera democracia se practica no se puede quedar en conceptos.
Por Asdrúbal Triana / @asdrubaltriana