El jueves 22 de noviembre fue Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), fecha donde la gente en Estados Unidos festeja principalmente a través de una cena, donde el pavo es el principal protagonista (muerto y cocinado). Pero también es un momento perfecto para hacer algo que a la gente con smartphone le gusta mucho: sacarle fotos a su comida y subirlas a Instagram, por lo que no es de extrañarse que el jueves fuera el mejor día en la historia de este servicio.
Y es que se compartieron más de diez millones de imágenes en un único día, a un ritmo de 226 por segundo, con el horario punta estableciéndose a la hora de comer, es decir, pasado el mediodía. Esto rompió todos los récords en Instagram, demostrando que es la plataforma preferida por las personas a la hora de capturar sus momentos y compartirlos a través de redes sociales.
Para que tengamos una perspectiva de lo que esto significa, consideremos que un día normal en Instagram se suben cerca de cinco millones de fotos, por lo que esta vez se ha duplicado el tráfico en un día y en Internet, eso es mucho decir. En la compañía, se pronunciaron al respecto con una frase muy aburrida y políticamente correcta: “Estamos emocionados por ver a la gente utilizar Instagram para compartir sus festividades“.