Las técnicas de venta de algunas tiendas serían un tema sobre el que se podría hablar largo y tendido pero, hasta ahora, no se había conocido un caso como el siguiente: que se le dijera a un cliente -a la cara- que es mejor que no compre un iPhone 4 porque tiene los dedos demasiado gordos. Así, tal cual suena.
Esto parece ser debido a que en EEUU algunas operadoras han estado aleccionando a sus empleados para que desvíen las ventas todo lo posible hacia los sistemas operativos Android o Windows Phone -en detrimento de iPhone-. La razón es bien sencilla: las compañías asumen una mayor subvención en los terminales de Apple, y como prefieren obtener un mayor margen de beneficio bruto, prefieren otros modelos que no tengan el sistema operativo iOS.
Un comercial de la operadora Sprint se negó a vender un iPhone
La historia ha llegado a tal punto, que según BGR, un cliente ha informado que cuando fue a una tienda de Sprint -con la intención de comprarse un iPhone 4 de forma gratuita como parte de su renovación de producto- el vendedor le dijo que el teléfono que quería no era muy bueno y que se rompía con facilidad… y, además, que su pantalla era demasiado pequeña.
El comercial, a cambio, le ofrece un Samsung Galaxy S3 con sistema operativo Android. Cuando el cliente lo rechazó, el vendedor llevó la situación un paso más allá y, ni corto ni perezoso, le espetó al ya indignado cliente que tenía los dedos demasiado gordos para utilizar un iPhone 4 y que necesitaba una pantalla más grande para poder utilizar un teléfono inteligente correctamente.
Finalmente, el cliente se fue de la tienda sin comprar ningún dispositivo, como era de esperar todo sea dicho. Esto no es un ejemplo más de ciertas políticas injustificadamente agresivas de algunas tiendas y, la verdad, es que no todo está justificado para mantener los márgenes. Políticas de ventas como esta no son, precisamente, ni óptimas ni inteligentes.