Hace años surgió un concepto innovador y casi futurista que hablaba de la ‘internet of things’ como una red de dispositivos inteligentes y de toda clase interconectados entre sí a través de la web. Y aunque no se ha llegado a ello todavía lo cierto es que cada vez más podemos ver esa clase de hardware, comenzando por las impresoras, el Raspberry Pi y como no, los Smart TV y smartphones.
Más aún, en los últimos tiempos también se comenzó a apostar fuerte por los carros conectados, una idea que además de ofrecer mucho confort a los conductores también ha servido a las empresas automotrices como nuevo nicho de negocio. Y de acuerdo a algunas proyecciones de la IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers, o Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos) se estima que para 2025 el 60 por ciento de los coches estarán conectados.
Es un concepto al cual mucho han influido grandes compañías como Google, que incluso ha estado realizando algunas pruebas y llegado el caso de no contar con apoyo de alguna automotriz tiene pensado desarrollarlo por cuenta propia. Y de acuerdo a Jeffrey Miller, ingeniero que forma parte del IEEE, los autos equipados con Bluetooth y sus posibilidades de interacción con dispositivos móviles nos permiten ver los comienzos de los carros conectados, algo que finalmente será una realidad cuando en pocos años los usuarios piensen en sus vehículos como un dispositivo más.
Así, la idea de incorporar sistemas operativos y aplicaciones a los automóviles comienza a tomar forma, como un primer paso para lograr que los vehículos autónomos sean una realidad, algo que de acuerdo al IEEE para el año 2040 puede llegar a representar el 40 por ciento del mercado. Y como no, junto con tantos beneficios y comodidad también llegarán algunas preocupaciones, como la seguridad ante los ataques de hackers que puedan poner en riesgo la conducción de esos vehículos (algo sobre lo cual vimos un pequeño adelanto en el evento DefCon de este año).
[Fuente:visualbeta.es]