La indignación subía de tono este lunes en la prensa y las redes sociales suizas tras el anuncio de que una mujer de 66 años, una suiza sacerdotisa protestante, acaba de dar a luz gemelos en el cantón de Grisones.
Los internautas, escandalizados por la noticia, no han ahorrado críticas. "Vergonzoso y egoísta", "no ha pensado nada, es su ginecólogo el que ha pensado en su cuenta bancaria", o "no porque sea posible técnicamente, hay que hacerlo, ¿dónde está el sentido común?", son algunos de los mensajes dejados en las páginas web de los diarios suizos.
Una periodista del diario Le Matin denuncia por su parte "la inconsciencia" y el "egoísmo de la madre más vieja de Suiza", y recuerda que la principal preocupación de sus hijos cuando sean adolescentes será buscarle una plaza en una residencia de ancianos, siempre y cuando esté viva.
Esta mujer, que vive sola y cuya identidad no ha sido dada a conocer, dio a luz hace dos semanas a los gemelos en el hospital cantonal en Coire (Grisones), que han recibido los nombres bíblicos de Michael y Joshua, según el diario SonntagsBlick. La información fue confirmada por el centro, pero éste ha rehusado ofrecer más detalles.
Según el diario suizo, se trata de la mujer más mayor que ha dado a luz en Suiza. En 2010, una mujer de 64 años tuvo una niña.
Los pequeños nacieron por cesárea, y siguen en observación en el hospital, al igual que la madre, que se desplaza con ayuda de un andador debido a los dolores que le provocan la herida.
Interrogada por el diario SonntagsBlick, la mamá declaró que "es increíble lo que permite hacer la medicina actualmente. Quiero aprovechar este acontecimiento en total tranquilidad".
Como Suiza prohíbe la implantación del óvulo fecundado in vitro, esta sacerdotisa protestante viajó a Ucrania para someterse a este método de fecundación asistida.
Los vecinos de esta mujer, que vive en un apartamento de cuatro dormitorios, en una casa antigua en el pueblo de Grüsch, un lugar remoto de los Grisones, aseguraron que no se habían dado cuenta de su embarazo.
"Es del egoísmo puro y simple, y no es bueno para los niños", dijo una vecina al SonntagsBlick.
Sin embargo, el vicealcalde del pueblo, Lorenz Casutt-Peng, se limitó a declarar que los "niños son nuestro futuro, y es bueno que los niños y la madre se encuentren bien".
Según el profesor Olivier Irion, médico-jefe del Hospital Universitario de Ginebra, interrogado por el diario Le Matin, "hay que aceptar ciertos límites de la naturaleza y mantener el sentido común". Según él, habría que reservar técnicas de fecundación in vitro para las mujeres más jóvenes infértiles o víctimas de una menopausia precoz.
En Ucrania, no hay límite de edad y las clínicas especializadas se anuncian en internet, proponiendo soluciones de "maternidad por sustitución" con "donaciones" de óvulos fecundados con esperma de un donante, a las que acuden parejas de todo el mundo para satisfacer su deseo de ser padres.
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