El Tribunal Supremo de Justicia de México ordenó el miércoles la liberación de una indígena que estuvo siete años encarcelada tras haber abortado de manera involuntaria, por lo que fue acusada del homicidio del hijo que esperaba, informó el máximo tribunal del país en un comunicado.
La Primera Sala del Tribunal Supremo de Justicia de México ordenó «la inmediata y absoluta libertad» de Adriana Manzanares, indígena tlapaneca, «en virtud de diversas violaciones al debido proceso, entre la que destaca la ausencia de un intérprete que conociera su lengua y entendiera su cultura y cosmovisión».
La sentencia de la indígena, encarcelada en un penal de Chilpancingo, en el estado de Guerrero, en el sur de México, «adolecía de suficiencia probatoria, tanto en lo que hace a la comisión del delito, como a la responsabilidad», indicó el comunicado del máximo tribunal.
La AFP intentó sin éxito localizar al abogado que logró la liberación de Manzanares para conocer más detalles del caso.
La prensa mexicana informó de que Manzanares fue sentenciada en 2006 a 22 años de prisión por la muerte del hijo que esperaba y que fue concebido, presuntamente, con un hombre que no era su esposo y padre de sus dos hijos.
De acuerdo con la cultura tribal a la que pertenece, la joven indígena fue apedreada por su esposo, padre y vecinos de su comunidad, Ayutla de Los Libres, del estado de Guerrero, uno de los más pobres de México.
«Los usos y costumbres no se pueden sobreponer a los derechos humanos», declaró a la prensa su defensor, el abogado Javier Cruz Angulo, director de la Clínica Jurídica del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
En la Ciudad de México, el aborto es legal en las primeras 12 semanas de gestación desde 2007.
[Fuente: AFP]