Como es mi costumbre pretendo abordar este espinoso tema desde una óptica académica, lo más objetivamente posible, distanciándome de posiciones políticas apriorísticas. Creo que un análisis objetivo es lo mejor que se puede hacer en este momento.
Comenzaré diciendo que la división de un gran partido político como el PSUV no es algo que deba verse como algo muy extraño. De hecho a nivel mundial grandes partidos y en particular en la izquierda se han dividido más de una vez. En Venezuela eso ha ocurrido con los otrora poderosos partidos de Acción Democrática y COPEI.
Las divisiones de los partidos políticos atienden fundamentalmente a dos tipos de razones, ideológicas y por personalismos. En el caso de Acción Democrática estas divisiones se dieron por razones ideológicas fundamentalmente, de esas divisiones surgieron partidos políticos de izquierda. En el caso de COPEI una gran división se produjo por la pretensión del ex presidente Caldera de obtener un segundo mandato y equipararse al ex presidente Carlos Andrés Pérez.
En el campo de la izquierda y a nivel mundial siempre ha habido divisiones de sus partidos, lo que a mi parecer tiene que ver con el problema de que el “socialismo” siempre se ha asociado con un adjetivo, en este sentido, tenemos un socialismo marxista que a su vez ha dado lugar a movimientos trostkistas, maoístas, estalinistas, gramscianos, etc. Frente al socialismo marxista ha surgido la socialdemocracia que ha reivindicado las luchas por la igualdad y la justicia social, pero abandonando la concepción marxista del materialismo histórico y la lucha de clases. También, ha habido versiones perversas del socialismo como el nacionalsocialismo y el fascismo.
En este sentido, es bueno tener presente que los partidos de derecha no presentan tal variedad de tendencias, en general, los movimientos de derecha se adhieren a un esquema económico de libre mercado con la menor intervención del Estado, a la iniciativa individual, la libre empresa y la preponderancia de la inversión privada. Para los movimientos de derecha, el crecimiento económico por la vía del libre mercado y la inversión privada garantiza un mejor nivel de vida para toda la población. En el desarrollo del capitalismo cabe destacar que el mismo surgió de una manera espontánea sin que haya habido movimientos políticos que lo hayan aupado. Una vez instalado el capitalismo surgieron los movimientos políticos que lo apoyan.
El surgimiento del socialismo tuvo un carácter distinto, este nació como una ideología primeramente que se oponía al capitalismo salvaje y se concretó en la creación de movimientos políticos que buscaban el derrocamiento del sistema capitalista. Es decir, que el socialismo surge como una reacción frente a una realidad económica y social que se considera injusta. Desde el principio los movimientos socialistas se caracterizaron por usar adjetivos que lo definieran, el socialismo utópico, el socialismo marxista, la socialdemocracia etc. Esta división señala que los distintos movimientos políticos han diferido en la forma de acabar con el capitalismo y construir el socialismo.
El problema parece radicar en que nadie tenía una clara idea de cómo construir el socialismo, porque a diferencia del capitalismo, el socialismo surge como una invención humana y no como un proceso evolutivo, tal como ocurrió con el capitalismo que reemplazó al feudalismo. El socialismo, a mi modo de ver, es una respuesta ética frente al problema de la desigualdad y la injusticia social pero que nunca tuvo claro los mecanismos concretos en lo económico de cómo llevar a la práctica esta posición ética. Es aquí el meollo de por qué el socialismo tiene tantas caras. Lo anterior, pareciera coincidir con lo dicho por Fidel Castro hace unos años atrás – “pensábamos que sabíamos cómo construir el socialismo, pero en realidad nadie lo sabías” – palabras dichas en el contexto de reformas económicas en Cuba que reinstalaban en la isla mecanismos de libre mercado como el trabajo por cuenta propia.
Volviendo al caso venezolano, la condición de una revolución destinada a instaurar el socialismo no apareció desde el principio, hay que recordar que el extinto presidente Chávez asumió en una primera instancia una posición nacionalista, luego habló de que Venezuela pudiera ir por la vía de una tercera vía como la postulada por el primer ministro Tony Blair, para finalmente abrazar el socialismo con una visión de este más cercana a la de Cuba. Creo que el intento de golpe de estado en 2002 tuvo mucho que ver con este giro hacia un socialismo más cercano a la experiencia cubana.
Este giro hacia un socialismo más militante llevó al extinto presidente Chávez a sustituir el movimiento V República por el PSUV, debemos recordar que la idea era que desaparecieran todos los partidos de izquierda y se fusionarán en el nuevo partido, lo que no fue posible.
Es importante señalar que el PSUV ha sido como un partido aluvional en el cual militan todo tipo de gente desde el punto de vista ideológico, desde marxistas ortodoxos hasta ex militantes de AD y COPEI, y por supuesto, una mayoría que no tiene ninguna formación ideológica como tal. La ideología del socialismo venezolano no ha sido del todo clara, encontramos elementos del pensamiento de Bolívar que se han rescatado, aun cuando, el pensamiento del prócer libertador no siempre fue del todo claro y se le ha querido presentar como un pre socialista, también ocurre los mismo con Zamora y Simón Rodríguez. Esta ideología criolla se ha combinado con elementos marxistas y cristianos en una combinación muy original. Además, hay que también señalar que en el PSUV también se han inscrito muchos que lo han hecho simplemente por conveniencia y oportunismo, o por presiones laborales.
La actual crisis política que pudiera desembocar en una posible división del partido se ha generado por la crisis económica en que nos encontramos, estoy seguro que si la renta petrolera fuera más que suficiente para mantener un elevado gasto social no existiría dicha crisis política. Aquí tenemos que señalar que la situación actual tiene sus orígenes en la visión que tuvo el ex presidente Chávez que lo político y lo social era lo fundamental para afianzar la revolución bolivariana, esta visión era posible porque existía una abundancia de recursos provenientes del petróleo. Estoy seguro que si no se hubiera contado con la riqueza petrolera, lo económico habría condicionado lo político y lo social. Un precio del petróleo en 15 o 20 bolívares habría hecho que el gasto social no fuera tan abundante y habría matizado muchas decisiones políticas, habría obligado al gobierno a priorizar y a un uso mucho más cuidadoso de los recursos.
Finalmente, la renta petrolera ya no es suficiente para mantener el crecimiento económico y las importaciones ni el gasto social. Por primera vez en el seno del chavismo se comienza a hablar de que el modelo económico no fue el correcto y se comienzan a reconocer errores y corruptelas, y esto abre las puertas a la confrontación de tendencias en el chavismo que habían convivido pacíficamente.
Dentro del chavismo debemos reconocer al menos tres grandes sectores, uno conformado por aquellos que se alinean con una visión marxista, otro sector que más bien puede alinearse con posiciones socialdemócratas y una vasta porción que no tiene herramientas ideológicas ni un mayor interés en la polémica política, y que solo está interesada en que el gobierno siga alimentando de recursos las misiones que favorecen a los más humildes. Este último grupo que relaciona socialismo con misiones, salud gratuita, alimentación subsidiada, educación gratuita, por lo tanto, su adhesión al chavismo puede verse afectada en la medida que el gasto social disminuya sensiblemente.
Un aspecto muy importante en la crisis política del chavismo viene con la permanente utilización del término traidor que esgrime cada facción. Las distintas tendencias se acusan de traicionar el legado del Comandante Chávez y a la revolución bolivariana. En este sentido, deberíamos tratar de conceptualizar en que consiste dicho legado para poder decir quién es el traidor efectivamente. También, deberíamos señalar que posiblemente las acusaciones cruzadas de traición se deben a que no existe un legado claro y preciso del Comandante Chávez en lo que se refiere a lo económico. El legado de Chávez siempre apuntó a lo político y lo social fundamentalmente que era lo que más le interesaba, en este sentido, él siempre apuntó al mantenimiento de la unidad por encima de todo, y la preocupación por la inclusión como mecanismo de justicia social, también, ya en su última aparición, mostró su interés en desarrollar el Estado Comunal. Una de mis lectoras me envió el texto de esta última aparición del Comandante para señalarme que él si había señalado el camino a seguir a través del desarrollo de las comunas. Después de leer el texto detenidamente, le contesté a mi lectora que por desgracia no veía en las palabras del Comandante ninguna orientación clara en materia económica que pudiera usarse en esta crisis económica que estamos viviendo, y que la solución a la crisis por la vía de la instauración de las comunas en Venezuela era en todo caso algo de muy largo plazo, cuando la crisis era algo inmediato por resolver.
Lo anterior, nos deja en una situación tal, que es muy difícil saber que habría hecho el extinto presidente Chávez frente a esta crisis económica, una crisis que le habría tocado asumir si hubiera vivido más tiempo, porque para mí es claro que esta situación venía en gestación mucho antes de que asumiera el Presidente Maduro, y tal como lo confesara Giordani, y no veo por qué habría que dudar de sus palabras, el detonante fue el excesivo gasto público y la inundación de circulante en la economía con fines políticos, ganar las elecciones del 2012.
Hasta el momento de su partida, era vox populi que el Presidente mantenía una consideración muy especial hacia Giordani y que había confiado en su criterio para la conducción de la economía. También, es ampliamente conocido que Giordani tenía una visión muy ortodoxa de la economía desnudada cuando dijo que para él, el socialismo del siglo XXI era el mismo socialismo del siglo XX, en un nuevo siglo. Giordani propició un modelo económico de controles de la economía, control de cambios y control de precios. En virtud de esto podríamos vernos tentados a señalar que el Comandante Chávez habría respaldado a Giordani y su visión de la economía y del socialismo. Sin embargo, el comandante también era un hombre muy práctico en algunas situaciones, y no podemos estar seguros que habría apoyado a Giordani sin restricciones.
Ahora bien, la posición de quienes han sustituido a Giordani en la conducción económica y plantean una política económica de reajuste de precios, devaluación, una posible unificación y liberación cambiara, una revisión de las misiones y un aumento del precio de la gasolina son medidas que sin lugar a dudas no podrán ser compartidas por el sector marxista del chavismo, y a mi juicio, sería suficiente para que este sector se apartara del PSUV.
En cambio, quienes adhieren a posiciones marxistas, señalan en estos momentos la necesidad de profundizar la revolución, de incrementar el poder popular y de ir hacia el estado comunal, por desgracia, al menos yo, no he podido conseguir que nadie en esta línea de pensamiento me señale claramente una política económica concreta de corto plazo para enfrentar la crisis.
En resumen, podemos decir que la crisis política que se ha desatado en el chavismo tiene su origen en la crisis económica actual, si el petróleo estuviera en US$200 por barril o estuviéramos produciendo 10 millones de barriles diarios a US$100 posiblemente yo no estaría escribiendo este artículo. En segundo lugar, no es nada raro que en el campo socialista, existan muchas versiones del socialismo, recuerdo que en el Chile de Allende había una variedad bastante grande de movimientos de izquierda que iba desde el ortodoxo y pro soviético partido comunista hasta el Movimiento de izquierda Revolucionaria que adhería a la lucha armada, pasando por la Izquierda Cristiana, el partido radical de tendencia socialdemócrata, los maoístas, los trostkistas, etc. Cuando estos grupos están reunidos para la toma del poder la coexistencia y la solidaridad es algo factible. Sin embargo, cuando se ha alcanzado el poder y se emprende la construcción del socialismo, las distintas versiones se tornan irreconciliables, y esto ocurre, particularmente, en la esfera de la conducción económica.
En tercer lugar, hay que mencionar que una división del PSUV si es que ocurre se dará fundamentalmente por razones ideológicas, y que se dará por el enfrentamiento entre un ala del partido adherida a una visión marxista frente a otra de corte más pragmática, aun cuando, no se puede negar que dentro del partido también hay su cuota de personalismo.
En cuarto lugar, podemos señalar que la arena en que se enfrentarán las distintas posiciones será el próximo congreso del partido.
En quinto lugar, podemos visualizar que una gran mayoría que apoya a la revolución bolivariana, dentro y fuera del partido, y que no tiene una posición ideológica clara, un sector que identifica al chavismo con los beneficios de las misiones, en la medida que las decisiones económicas de corte neoliberal (de acuerdo a los marxistas) incida negativamente en su bienestar se irán apartando del chavismo sin que eso signifique necesariamente que voten por la oposición.
Por último, debo señalar que si en la pugna interna triunfa el sector más liberal, las medidas económicas tendrán un impacto en términos políticos muy adversos para el chavismo en el corto plazo, que pudieran revertirse en el mediano plazo si las medidas económicas logran controlar la inflación, eliminar la escasez y poner en funcionamiento el aparato productivo. Si triunfa el sector más ortodoxo adherido a una visión marxista, creo que la crisis se mantendrá con una alta inflación, una escasez crónica y una paralización del sector productivo, y esto lo digo porque no veo en este sector ningún planteamiento económico para enfrentar la crisis actual.
Por Hernán Luis Torres Núñez
Publicado en Aporrea.com