A los niños no les gusta lavarse las manos; cualquiera de nosotros podría asegurarlo recordando un poco de su infancia. Y es que lavarnos las manos era la razón de algunas de las discusiones con nuestros padres, cuando aún estamos pequeños.
¿Qué podían hacer ellos? ¡Amenazarnos! Sí, con la misma ´cantaleta´: «lávate las manos o te van a salir hongos». Pero muy pocas veces eso nos importaba, aunque ahora como adultos sabemos que lo que decían nuestros padres no estaba alejado de la realidad; nuestras manos son portadoras de muchas bacterias porque están en contacto con infinidad de cosas: juguetes, tierra, puertas y todo lo que tocamos. Razón suficiente para que alguien pueda morir.
Podría sonar extravagante, pero es una realidad; en Sudáfrica, miles de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con la higiene. Por ello, dicho país inició una campaña de prevención con los más pequeños. La campaña parte de lo más primordial como lavarse las manos pero, ¿cómo lograr que los niños se laven las manos y que adquieran el hábito? El problema fue resuelto con una alentadora idea: Hope Soap, un jabón que contiene un juguete.
Gracias a este concepto, los niños se lavaron las manos constantemente hasta obtener el juguete y al mismo tiempo adquirieron el hábito. La estrategia se llevó dos Leones de Plata en Cannes
De 10.-