Un granjero tenía un burro muy peculiar y por la forma de su pelaje, decide, en tono jocoso llamarlo “CULO”. Como el burro era muy bueno corriendo, el granjero decidió inscribirlo en una carrera, y el burro ganó.
Y el granjero estaba tan contento, que volvió a apuntar al burro en diferentes carreras, ganando el campeonato regional, así que el periódico del pueblo tituló al día siguiente:
CULO DEL GRANJERO A LA CABEZA
Cuando el obispo del pueblo lee eso, se molesta y ordena que el granjero no vuelva a las carreras, por lo que la prensa publica al día siguiente:
OBISPO FRENA EL CULO DEL GRANJERO
Esto fue demasiado para el obispo por lo que ordena al granjero que se deshaga del burro. Por lo que el pobre granjero triste y abatido, decide hacer una obra de bien y le regala el burro a una monja de un convento cercano. El periódico se entera del hecho y pone en primera plana lo siguiente:
MONJA TIENE EL MEJOR CULO DE LA CIUDAD
Al leer eso, el obispo se desmaya y le informa a la monja que debe deshacerse inmediatamente del burro. Ella como desea ayudar al convento, lo vende por 15 euros. Una vez más los del periódico se enteran y así es el titular:
MONJA VENDE SU CULO POR 15 EUROS
Esto fue demasiado para el obispo, que se le subió la tensión y le dio una temblequera rara, así que ordena a la monja que inmediatamente vuelva a comprar el burro y lo lleve a las llanuras y lo libere para que ande libre. El titular del periódico al día siguiente fue:
MONJA ANUNCIA QUE SU CULO ES SALVAJE Y LIBRE
En lo que el obispo leyó eso, no aguantó y al día siguiente fue enterrado.
Moraleja:
Preocuparse por lo que opinan los demás de uno puede traer mucho dolor, tristezas y miseria, tanto que hasta que puede acortarte la vida.
Deja de preocuparte por el culo de los demás, sólo preocúpate por el tuyo. Así que disfruta la vida, di lo que piensas y olvídate de lo que opinen los demás.