Para celebrar el fin de cursos en una escuela de Quebec, un joven hipnotista acudió al Collège du Sacré-Cœur, donde hipnotizó a un grupo de niñas de 13 años a las que fue incapaz de sacar del trance; al acudir en su ayuda, su maestro declaró que fue el atractivo físico del joven el que potenció el influjo entre las alumnas.
Para celebrar el fin de cursos en una escuela de Quebec, los directivos pensaron que sería una buena idea invitar a un hipnotista para realizar un acto masivo de entretenimiento con los alumnos.
Así, Maxime Nadeau acudió al Collège du Sacré-Cœur para demostrar sus habilidades en un pequeño grupo de jóvenes mujeres de entre 12 y 13 años de edad (Nadeau tiene 20).
Sin embargo, las cosas se salieron de control y cuando el acto supuestamente debió terminar, Nadeau descubrió que varias de las niñas seguían en el trance hipnótico y, lo que es peor, que él mismo era incapaz de despertarlas.
El joven hipnotista tuvo que recurrir a su mentor, Richard Whitbread, quien pasada una hora llegó al colegio para salvar la situación, solo pata encontrarse que un par de estudiantes tenían sus cabezas sobre la mesa y otros más simplemente se encontraban en un trance: con los ojos abiertos pero la mirada vacía.
Según el diagnóstico de Whitbread, las jóvenes se encontraban en una especie de doble hipnotización por causa del atractivo físico de su alumno, el cual hizo que el influjo de Nadeau fuera particularmente potente entre las jóvenes. Whitbread por su parte rompió el encanto gritando estentóreamente.
En cuanto a estas, algunas tuvieron dificultad para describir lo sucedido. Una de ellas, Émilie Bertrand, dijo que no podía explicarlo, que “era como si no estuviera ahí, como si estuviera fuera del espacio”. Otras manifestaron dolor de cabeza y náusea. Una más se mantuvo en la hipnosis por cuatro horas.
Las autoridades de la escuela ignoraban que la hipnosis no se recomienda para personas menores de 14 años, debido a que antes de esta edad las personas son muy susceptibles a sus efectos.