uan Pablo Escobar, que carga con el peso de ser el hijo de Pablo Escobar, icono del narcotráfico colombiano, dice que esperó a “que todos contaran sus versiones” y que la historia que cuenta en ‘Pablo Escobar, mi padre’ (Ed. Península) es la “única y la verdadera” del capo.
“Esta no es la historia de Pablo Escobar, es también la mía”, dice a Efe en una entrevista en Madrid con motivo de la publicación del libro en España, veintiún años después de la muerte del narco.
Para documentarse, Juan Pablo Escobar recorrió lugares simbólicos en los que estuvo su padre y en un ejercicio de memoria, recordó lo que este le contó en su último año de vida: “lo pasé con él, me contó casi toda su vida, no teníamos mucho que hacer más que hablar. Cuando estás escondido el tiempo no avanza, entonces hablas”.
Al preguntarle sobre cómo era escuchar en boca de su padre todas sus andanzas criminales, este respondió: “terminé acostumbrándome a ver a un padre que no tenía ningún tapujo ni pelos en la lengua para decirme: sí, yo maté a fulano”.
“No quisiera creer que fui insensible en ese sentido, sino que terminé agradeciendo que tuviera la entereza y hasta la desfachatez de reconocerme, a mí como hijo, todos sus hechos”, dijo.
Según Juan Pablo, su padre era un hombre “que hablaba con franqueza de las cosas y esa es la enseñanza que me queda para mi hijo”.
Sobre su madre, Victoria Henao Vallejo, dice que “era una señora preparada para ser una buena mamá, una buena esposa y una buena diseñadora de interiores y le tocó hacerse cargo de unos hijos en unas condiciones extremas”.
Además de las relaciones familiares, el libro trata todas las tramas corruptas que utilizaba el narco para conseguir sus objetivos, como cuando pagó para que se alteraran unas pruebas que, de no ser favorables, no le permitirían competir en un torneo automovilístico.
“Mi padre es responsable de la totalidad de sus actos, pero todos ocurrieron gracias a una corrupción que dejaba alimentarse y estaba feliz de ser alimentada”, afirma su hijo.
Escobar insiste en que el amor por su padre es “incondicional y eso no es negociable. Lo acompañé a pesar de estar en contra de la violencia que él ejercía y jamás consideré la opción de traicionarlo como sí hizo su propia madre y su hermano Roberto”.
Juan Pablo Escobar no sostiene la tesis “sino la certeza absoluta” de que su familia paterna se alió con la DEA (Agencia Estadounidense Antidroga) y los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar) para atrapar a su padre, que según la versión oficial fue abatido a tiros en diciembre de 1993.
“Si mi familia paterna ha seguido en Colombia como Pedro por su casa fue porque lo vendieron, lo entregaron”, recalca.
Escobar, arquitecto de profesión, recordó en la entrevista su encuentro en Colombia con los hijos del excandidato presidencial colombiano Luis Carlos Galán y del exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, cuyos asesinatos se atribuyen al narcotraficante.
“Lo hice para frenar esos odios, para tener paz y para hacerme cargo de la responsabilidad moral de la totalidad de los crímenes de mi padre. Perdonar es una herramienta muy poderosa porque es sanadora”, señala.
Tras publicar este libro, Escobar dice que algunos le preguntan si lo sacó para lavar la imagen de su padre.
“A esos les respondo: lea el libro y mire a ver si mi padre queda sucio o limpio”, concluye.
Fuente: [EFE]