La compañía aeronáutica Airbus ha realizado ensayos con uno de sus experimentos más ambiciosos, el E-Fan, un pequeño avión de solo dos plazas impulsado por energía eléctrica.
El silencioso E-Fan, ha sido fabricado en fibra de carbono y sus alas alojan dos baterías de litio de 65 kgs de peso que impulsan sendos motores de 30 kilovatios que permiten alcanzar una velocidad máxima de 185 km/h. El prototipo goza de una autonomía de algo más de una hora y aunque no se recordará por ser un vehículo de gran velocidad sí supone un importante primer paso en el desarrollo de iniciativas que tengan como foco el desarrollo de motores eléctricos que traigan consigo el nacimiento de una nueva era en la navegación aérea. La investigadora de la Universidad Metropolitana de Manchester Delia Dimitriu, que estudia el impacto mediambiental de la aviación, afirma que el uso de energías renovables en la aviación para recarga de baterías podría disminuir considerablemente el aumento previsto en la huella de carbono.
El proyecto es parte de un programa mayor denominado E-Thrust pensado para desarrollar aeronaves híbridas equipadas con motores de 4 megavatios y para una capacidad de hasta 80 asientos, dispuestas para vuelos de corta distancia. El E-Fan es, de hecho, en palabras de Jan Botti, CTO de Airbus Group, “solo el precursor de la posible aparición de nuevas compañías aéreas de carácter regional”.
A partir del 2017 una nueva división de la compañía francesa llamada VoltAir fabricará y venderá los E-Fan como aviones de prácticas o remolcadores de planeadores para competir contra la compañía estadounidense Cessna. Para esa fecha ya habrá disponibles dos versiones, una de ellas para cuatro pasajeros, equipadas con mecanismos de recarga automática de baterías para alcanzar más de tres horas de autonomía en vuelo.
[Fuente: innovacion.ticbeat.com]