Tenemos que terminar con la pobreza. Podemos terminar con la pobreza. Vamos a terminar con la pobreza. Si hay algo que caracteriza las sociedades latinoamericanas son las marcadas desigualdades existentes entre sus pobladores. Entre quienes estudian y quienes no. Entre quienes se acuestan cada noche sin haber comido bien y quienes si lo hacen. Entre quienes tienen su techo propio y quienes viven en viviendas en extremo precarias.
A toda esa realidad de exclusión se le puede dar batalla y ganarle la guerra. Derrotar la pobreza debería ser el signo de los tiempos para aquellos que asumimos el servicio público como razón de vida.
Busco asesorías, escucho otras experiencias, insisto en vincularme con vivencias exitosas. Ya cumplidos mis primeros 4 años como gobernador de mi estado Zulia, he tomado la firme decisión de intensificar esfuerzos y recursos para ir al fondo de este asunto. Por eso he lanzando toda una estrategia que conduzca al corto plazo a una situación de "hambre cero" en el estado Zulia.
El programa va al centro de la familia zuliana. Las cifras son claras e imponen un mandato: 1 de cada 3 personas en el Zulia es pobre; por tanto hay 1 millón 300 mil pobres; 1 de cada 3 familias no poseen viviendas, tenemos 300 mil familias sin vivienda propia digna; 2 de cada 10 personas no tienen empleo, es decir, 200 mil personas no poseen ingresos para sostener sus familias.
Este segmento de la población será, de manera prioritaria, el objetivo del programa que he denominado "Hermana Francisca, Hambre Cero". Con el censo disponible, se determinará la atención necesaria en educación, salud y alimentación, para luego cubrir el tema del trabajo, adiestrando a los integrantes de la familia, otorgando un crédito a fondo perdido que genere empleo y sostenga a una familia.
"Hermana Francisca, Hambre Cero" buscará y se apoyará en la activa participación de sectores políticos, sociales y económicos de la entidad. Conocer de logros en este tipo de políticas en Brasil, Guatemala, Colombia, entre otras regiones, nos llena de esperanzas, de esperanzas en grande. La desnutrición crónica, el desempleo, la violencia en el hogar, la insalubridad son los enemigos a derrotar, las deudas a cancelar. Este programa es para los más necesitados, para todos en igualdad de condiciones.
El único requisito para ser atendido es vivir en el Zulia. Cada familia pobre asistida por el programa "Hermana Francisca, hambre cero" en un lapso no mayor a dos años estará fuera de la pobreza.
Le hemos puesto el nombre de la hermana Francisca, honrando a una mujer santa que ha dedicado su vida entera a ayudar al más humilde y a tenderle la mano al pueblo con trabajo desinteresado, buscando su inclusión.
Con este ambicioso programa he soñado toda la vida y lo haré realidad. Cada familia que salga de la pobreza se sentirá fortalecida y segura de sí misma, y eso será otra gran victoria del pueblo zuliano. Abordo esta lucha contra la exclusión sin tinte político. Es mi manera de sentirme más y mejor zuliano, y no hay nada más hermoso que ser zuliano.
Por Pablo Pérez / @pabloperezof