Algunas de las más importantes personalidades de nuestra época comparten ciertos hábitos inusuales. Estas particulares formas de proceder los ayudaron a conseguir varios de sus objetivos, los cuales se transformaron en prácticas cotidianas. Al leer acerca de estas coincidencias podrás notar que son perfectamente aplicables a tu vida personal y profesional. Si lo haces, seguramente notarás un crecimiento en tu productividad además de lograr que tus actos se vuelvan más efectivos. Tal vez no sean los consejos que acostumbras a leer en libros, noticias, blogs o perfiles de reconocidos especialistas pero de seguro te permitirán alcanzar grandes resultados.
Buscar que los otros también ganen
En su libro “7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas”, el Dr. Stephen Covey recomienda que en toda interacción ambas partes resulten ganadoras. Ya sea en el trabajo, el hogar o con tu pareja, deberías intentar producir relaciones con beneficios para ambos. Si haces lo contrario y sólo vas en busca de tu propia satisfacción, generarás una situación destructiva. Al haber un perdedor, también habrá enemigos, enojo, envidia, hostilidad y otras sensaciones contraproducentes. Quienes alcanzan el éxito en sus actividades generalmente llegan a esa situación en parte por los aliados cosechados a través del recorrido.
No culpar a otros
“Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella”, decía Facundo Cabral (cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino). Si lo que eres no te convence, o mejor dicho estás disconforme porque no eres aquello que esperabas, no puedes echarle la culpa a los otros. En lugar de tener esa actitud, pon tus manos a la obra e intenta cambiar las cosas que no te hacen feliz. Absolutamente todos soñamos con alcanzar ciertas metas personales y poder ser recordados por nuestras características singulares. Para lograrlo tendrás que empeñarte en aprender aquello que te apasiona y en entender cómo puedes emplearlo para mejorar tu vida.
Ayudar a los demás
Una vez que descubras lo que te apasiona y además desarrolles conocimientos en ese ámbito podrás ir aún más lejos. Intenta utilizar tus habilidades para ayudar a otras personas. La sensación de haber mejorado aunque sea un poco el día o la vida de alguien será muy reconfortante. Además al enfocar tus aptitudes en este tipo de acciones estarás contribuyendo en la construcción de un mundo mejor. Personalidades destacadas de nuestra historia coinciden en afirmar que gracias a ese hábito logramos trascender y enriquecer nuestras relaciones. “Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”, exclamaba la Madre Teresa de Calcuta.
Desconectarse
Un gran porcentaje de las ideas o inventos exitosos fueron desarrollados en momentos de ocio. Hoy en día pasamos la mayor parte del tiempo conectados. En Internet, contestando correos desde nuestro celular o armando el balance mensual en computadora de la oficina, se consume la porción más grande de nuestro día. Será muy difícil que durante ese proceso puedan surgir ideas revolucionarias o innovadoras. Al tener la cabeza ocupada en otras funciones, la inspiración queda relegada. Dedica por lo menos uno o dos días a la semana para desintoxicarte de la tecnología y poder conectarte con la naturaleza. Las conversaciones con tus afectos, leer o practicar algún tipo de arte también te ayudarán a oxigenar la mente.
Hacer actividad física
Está médicamente comprobado que hacer actividad física mejora el flujo de sangre hacia el cerebro y aumenta la productividad. Aprovecha los períodos muertos en el trabajo para hacer ejercicios. Te ayudarán a despejar la mente, eliminar los pensamientos negativos y relajarte. Al terminar, también puedes tomarte unos minutos para meditar. Si repites esta rutina, notarás que aquellos problemas sin una respuesta certera ahora tienen una solución más clara. Piensa en estos beneficios a la hora de elegir entre chequear las últimas noticias en Twitter, Facebook, Youtube o aprovechar esos veinte minutos para hacer algo por tu cuerpo y mente.
Visualizar tu día perfecto
Una práctica sencilla pero a la vez muy efectiva y poderosa es la de visualizar el día los primeros minutos de la mañana. Si piensas en lo que te gustaría que ocurriera durante la jornada o en las posibles soluciones a emplear para ciertos problemas, conseguirás enfocarte en lo más importante. Además te permitirá evitar las distracciones típicas y que no producen ningún beneficio. Los deportistas de élite utilizan este método para mantenerse enfocados y poder alcanzar sus objetivos durante la competencia. Intenta imaginarte siempre con una actitud positiva y eficiente. Eso hará que salgas de tu casa bien predispuesto para afrontar lo que resta del día.
Actitud e intenciones productivas
Internet es la herramienta más eficaz del mundo para generar emprendimientos exitosos. Sin embargo, también puede convertirse en la distracción más grande de todas si la utilizas erróneamente. Una de tus principales reglas deberá estar enfocada en la forma y las intenciones con la que usas este poderoso recurso. Procura recurrir a Internet sólo para cuestiones relacionadas a tu trabajo. Para alcanzar resultados positivos en un proyecto personal o en la compañía en la que trabajas deberás asumir esa actitud y mantenerte enfocado en la meta. Los mails, redes sociales, videos y blogs podrás investigarlos en tu tiempo libre.
Descansar antes de agotarse
Una de las mejores formas de permanecer productivo es mantener la cabeza fresca y descansada. El reconocido experto en productividad, Tony Schwartz, dice que “los seres humanos necesitamos gastar y renovar energías para operar eficientemente”. Para conseguir ese equilibrio recomienda tomar descansos cortos de diez minutos cada una hora de trabajo. De esa forma evitarás fatigar la mente y tu energía se mantendrá siempre en los niveles adecuados para rendir al máximo. Si repites el procedimiento durante toda la jornada conseguirás concretar más tareas al final del día.
Pedir ayuda
Está muy bien que intentes resolver diferentes problemas con tus propias herramientas. Al fin y al cabo es la mejor manera de diferenciarse del resto. Sin embargo, en algún momento todos quedamos atorados ante determinada situación. Pedir ayuda a alguien que entienda del tema nos dará dos beneficios: en primer lugar nos facilitará el camino y permitirá alcanzar una solución que no lográbamos encontrar. Además, servirá para que la otra persona se sienta reconfortada por brindarnos una solución y compartir sus conocimientos. Este concepto refuerza la teoría de ganar/ganar que propone el Dr. Stephen Covey.
Ser agradecido
“Nuestro cerebro trabaja un 30% mejor cuando nos sentimos felices”, dice el Psicólogo Shawn Anchor en su conferencia acerca del “trabajo y la felicidad”. Una muy buena forma para mantenerse positivo y aumentar la sensación de alegría es pensar en las cosas que te hacen sentir agradecido. Recuerda las personas que te quieren por cómo eres, en que tienes un hogar, salud, un trabajo y comida. ¿Acaso no son cuestiones para sentirse afortunado? Si puedes aplicar este ejercicio en algunos momentos de tu día notarás que tu productividad incrementará considerablemente.
Fuente [Elhowenespanol.com]