Los laboratorios de guerra sucia montados por el oficialismo trabajan a todo vapor. No descansarán hasta lograr el asesinato moral y político de sus adversarios. A Morel Rodríguez lo consideran un objetivo importante. Es necesario sacarlo del juego electoral, a como dé lugar, cueste lo que cueste.
Su presencia en la gobernación de Nueva Esparta ha frustrado los planes de convertir a las islas en bases militares, operadas por cubanos, rusos y chinos para enfrentar el imperio gringo. De allí el poco interés del nivel central en desarrollar el turismo, que debería ser nuestra principal industria. Morel hace milagros con escasos recursos económicos para que el destino se mantenga y eventualmente pueda crecer. Lo ayudan los empresarios y operadores locales aportando ideas, estrategias y dinero.
La acusación de presunto blanqueo de capitales que le hiciera el ministro del Int6erior, Tareck El Aissami, naufragó al punto que el alto funcionario admitió no tener pruebas.
Después de investigarlo exhaustivamente el resultado es que no hay manera de acusarlo de corrupción. Morel promovió la aprobación de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información que abre las puertas a los ciudadanos interesados en investigar cómo y en qué se invierte el dinero de los contribuyentes.
Los sondeos de opinión indican que solo un terremoto político podría hacerle perder las elecciones de diciembre próximo. Mentes criminales piensan que hay maneras de provocar ese fenómeno telúrico. Si a un nieto del gobernador se le siembra droga, con diez o veinte mil dólares en efectivo al lado, entonces es posible generar una campaña mediática que dé al traste con su popularidad y abra alguna posibilidad al candidato rojo rojito a la gobernación, que hasta ahora no ha logrado suscitar ningún interés entre los electores.
Sobran los Aponte Aponte que en los tribunales de justicia avalarían ese montaje.
En muchos casos la política y la lógica no son compatibles, algunas veces dos y dos no son cuatro. El tiro les puede salir por la culata a estos criminales porque tenemos un pueblo Inteligente que rechaza que el debate político lo conviertan en un charco. Morel pudiera salir más fortalecido como ocurrió con la calumnia de El Aissami. ! Que no se equivoquen con los margariteños y cochenses!
Alirio Bolívar