Según informó la agencia Bloomberg tras revisar el reporte de la empresa en su subsidiaria de los Países Bajos, Google habría evitado pagar unos US$ 2.000 millones en impuestos al trasladar alrededor del 80% de sus utilidades antes de impuestos –unos US$ 9.800 millones– a una empresa fantasma en el paraíso fiscal de las Bermudas.
La estrategia tributaria de Google consiste en que su subsidiaria en Irlanda recolecta las ganancias por publicidad de países como el Reino Unido y Francia, luego la sede irlandesa le paga royalties a otra subsidiaria en el mismo país que, para propósitos fiscales, su residencia legal es en las Bermudas.
Esta movida legal es apodada el “doble irlandés”, y para evitar los impuestos de Irlanda, Google hace los pagos a través de una subsidiaria –que no cuenta con empleados– en los Países Bajos, por lo que a esta estrategia se le conoce como el “sandwich holandés”. El envío de dinero de la unidad holandesa de la compañía a las Bermudas correspondería a los US$ 9.800 milllones.
Tras duplicar en tres años la cantidad de dinero que envió a las islas Bermudas, la empresa de Mountain View redujo de un 28% su tasa de impuestos el 2008, a un 21% durante el año 2011. Una estrategia fiscal que puede ser controversial, pero que no es ilegal bajo las leyes estadounidenses y que le permitió pagar sólo un 3,2% de impuestos sobre sus ganancias totales que obtuvo fuera de Estados Unidos.