Por primera vez, la sexy heroína de las pistolas introduce un modo cooperativo para cuatro jugadores desde una perspectiva isométrica, al más puro estilo de juegos arcade como Diablo, una decisión que atrapa desde el primer momento por su sistema de combate directo.
«Lara Croft and the Temple of Osiris», continuación del juego «Guardian of Ligth», ofrece la primera experiencia cooperativa en toda la saga pero sin llegar a sorprender como lo hizo en la primera entrega. Una continuación sólida y efectista para ahondar (poco) en una nueva forma de ver Tomb Raider.
La cooperación se aprecia incluso en los primeros diálogos y en las secuencias de vídeos en los que aparecen frases en plural y las imágenes del resto de personajes. El objetivo, por tanto, es trabajar de forma conjunta para superar las adversidades, explorar todo el templo y derrotar las hordas de enemigos, que se van incrementando en número, tamaño y dificultad conforme avanzamos en la historia.
Este título está ambientado en el desierto de Egipto, en donde la heroína se une a otro buscador de tesoros (Carter Bell), a las divinidades Horus e Isis, con el objeto de derrotar al malvado dios Set. Aparecen, por tanto, criaturas mitológicas y deidades legendarias que en muchas ocasiones nos lo pondrán difícil, incluso en más de una ocasión habrá que salir a correr despavoridos y evitar el combate directo como mejor arma. El guión, trivial e irrisorio, no se puede extender mucho durante este juego que se calcula en seis horas. La excusa final es recuperar todos los fragmentos de Osiris. No faltan rompecabezas y puzles (algunos complejos), así como trampas que habrá que resolver con detenimiento.
La diferencia en este juego es el modo cooperativo, bien implementado y capaz de permitir a los jugadores competir contra sus amigos, aunque habrá que trabajar en equipo para avanzar. El resultado es atractivo y explosivo, ganando galones conforme más horas le dedicamos. El personaje se puede personalizar con armas, anillos y amuletos que permiten ampliar las habilidades para adecuarse a las circunstancias.
También, y como un gran logro, aparecen los llamados desafíos de la comunidad, en donde de forma periódica aparecen objetivos marcados que permitirán desbloquear objetos exclusivos (eventos, gemas, armas, anillos y amuletos) durante enfrentamientos contras jefes y enemigos de cierta trascendencia.
Relativo a su calidad gráfica, el juego no presenta grandes avances, aunque los entornos están bien reproducidos. El estado del tiempo atmosférico es dinámico, capaz de introducir variables distintas como a noche o el día que permiten progresar y desbloquear nuevos elementos. El diseño de los niveles, divertidos y creativos, es una de sus aportaciones, que nos podemos maravillar con sus observaciones.
El sistema de combate, aunque directo, tiene un manejo algo dificultoso y no cuenta con disparador automático, por lo que hay que cogerle el tranquillo. Se manejan con dos sticks (uno para moverse y otro para disparar). Pero una de las pegas es la facilidad con la que se eliminan los enemigos. No tiene el nivel de juegos en los que se inspira. En conclusión, sin marcar la diferencia y si aportar grandes innovaciones, los amantes de Lara Croft pueden encontrar en este nuevo título un divertido juego sin grandes pretensiones pero con la garantía de horas de juego, carente de personalidad con este icono de los videojuegos. Juegos de este tipo abundan y la excusa como tal es ponerse en la piel de la célebre heroína.
Fuente [Abc.es]